4 de agosto de 2020

¿Apps de rastreo contra el contagio?

Muchas de las soluciones presentadas por las tecnológicas para combatir la propagación del coronavirus, han sido las apps de rastreo en diferentes “presentaciones”, varias con conexión a BlueTooth para evitar compartir los datos en la nube. También las hay para autorizar o denegar el ingreso de trabajadores a su empresa (Tekcrispy, 26/07).
El concepto de una app destinada a contener una pandemia es nuevo y, por tanto, no había sido probado aún a principios de 2020. Muchas preguntas siguen sin respuesta sobre la tecnología, la eficacia, la funcionalidad y, posiblemente, lo más importante, la ética de tales aplicaciones móviles. Todavía no está claro cómo medir el éxito en el negocio de aplicaciones contra COVID-19 y puede que nunca lo esté.
Según los datos de Sensor Tower, una consultora de aplicaciones móviles, a mediados de julio, en la India, Aarogya Setu tenía más de 127 millones de descargas, pero en una población de más de 1.300 millones de habitantes, con menos del 10% de aceptación de la app, las posibilidades de que dos personas entren en contacto entre sí y hayan descargado la aplicación son de alrededor del 1%. Los revisores de la Technology Review del MIT la criticaron por ser voluntaria para millones de usuarios, por no limitar el uso de los datos que recopila y por recopilar más datos de los que necesita (Deutsche Welle, 27/07).
En Islandia, con una población de menos de 400.000 habitantes, más del 40% de la población había descargado su app COVID-19 Ranking C-19 a un mes de su lanzamiento (ibidem).
En España, "Ni siquiera mencionaré la desaparecida App de rastreo porque la vergüenza ajena de este apartado se elevaría hasta cotas difícilmente soportables", dice Javier Peláez en Yahoo Noticias (28/07).