27 de mayo de 2016

Identidad alterada en la red: pesadilla de los big data

Las empresas presentes en internet recopilan, conservan y analizan cada vez más datos acerca de quienes visitan sus páginas o sus inserciones en redes sociales. Todo para "mejorar" su acceso y sus ofrecimientos a sus posibles clientes. De ahí que el análisis de grandes datos (big data) forme parte del trabajo de los departamentos de mercadeo y que haya una demanda creciente (insatisfecha) por "científicos de datos". Sin embargo, los que ya trabajan en esta área se están dando cuenta de que no sólo el análisis es complicado sino aún más difícil obtener resultados claramente útiles porque los usuarios de internet tienden a falsificar sus datos personales. [Imagen de PuroMarketing]

¡Acaban de darse cuenta que la "personalidad digital" (o virtual) puede ser muy diferente de la real! Nuestro perfil y nuestros posts en nuestros “muros” conforman los datos que, libremente, publicamos y que pasan a engrosar las bases de datos de las redes sociales en las que participamos y de las empresas que nos observan. Éstas pueden conocer nuestros gustos, pero solo en función de los que exhibimos directa o indirectamente. Nuestras búsquedas y nuestras compras, por ejemplo, pueden dar una idea de lo que nos interesa y ésto puede pasar a formar parte de nuestra identidad virtual aunque no signifique que realmente nos sea propio (podemos comprar regalos, consultar cosas que interesan a nuestros amigos, etc.). Y podemos, obviamente, declarar gustos e intereses falsos y esconder los verdaderos. La gestión de la identidad, en tanto selección de la información personal que se expone públicamente, es un elemento importante en la manera en que la gente funciona en las redes, establece sus credenciales y construye confianza. Y lo propio de las redes sociales es que los individuos interconectados pueden crear “identidades digitales” verdaderas o bien parcial o totalmente ficticias, según deseen (Rainie y Wellman, pp.15-17).

Estas falsedades o "datos sucios" (dirty data) constituyen una parte cada vez más problemática de los big data
"Los consumidores están llenando las bases de datos de las compañías con una avalancha de datos falsos, de medias verdades y de datos que se ajustan más a lo que la empresa puede querer oír que a lo que el consumidor querría decir.
Más de la mitad de los consumidores están, de hecho, dando ya datos y llenando las bases de datos de las compañías de mentiras cuando se aborda la información que estos dan a las empresas. De forma más exacta y concreta, y según un estudio de Verve, el 60% de los consumidores provee de información falsa a las empresas que le piden sus datos personales en internet. El estudio está realizado sobre una muestra británica, pero sirve para apuntalar la percepción de que existe un problema en el mundo de los datos.
Un 81% de los encuestados pone su privacidad como una de sus principales preocupaciones, un 77% señala que las peticiones de información son intrusivas y un 76% innecesarias." (PuroMarketing, 2015) 
Un estudio de Shop+ determinó que los "millenials" mienten -como muchos otros- sobre su fecha de nacimiento y, especialmente, cuando les permite beneficiarse de un servicio extra o una oferta (ibidem). Dar un email falso es también común, para evitar el ser perseguido por anuncios y spam.

Ésto podría ser preocupante para el futuro, especialmente si no se toman mejores medidas para resguardar la privacidad de los datos, como nos advierte Eric Schmidt:
"En el futuro la identidad será la materia prima más valiosa para los ciudadanos y ésta existirá principalmente online. La experiencia online comenzará al nacer, o incluso antes.
En respuesta, las compañías tendrán que crear nuevas herramientas para controlar la información, tales como listas que permitan a la gente determinar quien ve sus datos. Las tecnologías de comunicación que utilizamos hoy en día son invasivas por diseño, recopilando nuestras fotos, comentarios y amigos y almacenándolas en bases de datos gigantes en las que se puede buscar, y en ausencia de una regulación exterior sólo resta confiar en la buena fe de empleados, personal burocrático de las universidades y otras personas." (Schmidt y Cohen, p.58)
¿Quién tomará "el toro por las hastas" e introducirá estos mecanismos de verificación al mismo tiempo que reglas mucho más estrictas de resguardo de los datos personales? Por ahora, salvo algunas reglas básicas establecidas en la Unión Europea, nada está claro al respecto.



Referencias:
Rainie, L. & Wellman, B. (2012): Networked: The New Social Operating System, MIT Press, Cambridge (MA).
Schmidt, E. y Cohen, J. (2014): El futuro digital, Madrid, Anaya.
Colle, R. (2015): Secuestradores y secuestrados: Nuestros datos en internet, ISSUU.

20 de mayo de 2016

¿Qué será la anunciada singularidad?

¿Qué es una "singularidad"?

La singularidad tecnológica es el advenimiento hipotético de inteligencia artificial general (también conocida como "IA fuerte"), en que un equipo de cómputo o un robot podría ser capaces de auto-mejorarse repetidamente (Más detalles en la Wikipedia).

El autor Ray Kurzweil llamó "singularity" al momento en que esta inteligencia artificial supere a la humana. Según él, sería en torno al año 2045, pero otros adelantan la fecha hasta 2030.

¿Qué anunció Ray Kurzweil, su principal "profeta"?

Nos advierte que la tecnología está avanzando a un ritmo cada vez mayor, porque el cambio tecnológico es exponencial. Actualmente, la potencia de las tecnologías de la información se dobla aproximadamente cada año. Así, “durante el siglo XXI no experimentaremos cien años de avance tecnológico, sino que presenciaremos alrededor de veinte mil años de progreso medidos al ritmo de progreso actual, o alrededor de mil veces más de lo conseguido en el siglo XX” (p.12). 

La forma más conocida de esta aceleración es, en el campo de la computación, la Ley de Moore, que significa un doblaje en el número de elementos por milímetro cuadrado en los chips cada 2,7 años (en los procesadores Intel el número de transistores se ha duplicado cada dos años). Los transistores se han vuelto también mil veces más rápidos en los últimos treinta años. Ésto ha permitido que tengamos un computador poderoso en nuestro teléfono y que, incluso, se encuentre ya en algunas gafas y en la ropa (“wearables”).

El mismo fenómeno de aceleración se ha podido observar en el desarrollo de internet y lo estamos viendo también en la robótica y en la biotecnología. Los conocimientos de biología han crecido también exponencialmente gracias a la tecnología, que permite penetrar cada vez a mayor nivel de detalle en los organismos vivos para conocer como están constituidos y como operan. Así, es posible que, durante la década de 2020, podamos reunir los datos suficientes y las herramientas de computación necesarias para poder hacer un modelo y simular el cerebro entero (p.221). 

Así, estaríamos pronto a entrar en una nueva era que “será el resultado de la fusión entre el enorme conocimiento alojado en nuestros cerebros y la enormemente superior capacidad, velocidad y agilidad para compartir información de nuestra tecnología. Así, la [nueva] quinta era permitirá que nuestra civilización humano-máquina trascienda las limitaciones de las tan solo cien billones de conexiones extremadamente lentas del cerebro humano” (p.22).
Pero el resultado de estos avances en las tecnologías de IA podrían provocar un efecto fuera de control, llegando a superar la capacidad y el control intelectual humano, cambiando así radicalmente la civilización. Después del 2020, “la vida humana se transformerá en forma irreversible” y los seres humanos trascenderán las “limitaciones de sus cuerpo y cerebros biológicos”.

Otras opiniones

Stuart Armstrong, del Instituto del Futuro de la Humanidad, opina que es hora de retirar el término “Singularidad tecnológica” porque ha acumulado demasiadas connotaciones diferentes y ya no es una buena descripción de lo que podría suceder cuando la inteligencia artificial alcance y supere las capacidades humanas. Sugiere hablar más bien de “explosión de inteligencia”. También hace presente que podríamos llegar a una emulación de todo el cerebro, es decir a copias de cerebros humanos en computadores que luego, aunque operen de acuerdo con las leyes de la física, podrían reproducir en forma digital el comportamiento de la mente humana.

Por su parte Ramez Naam, tecnólogo profesional y escritor de ciencia ficción, dice que la amplificación de inteligencia (aumento de la inteligencia humana mediante tecnología) podría ser una forma en la que los “humanos y posthumanos” podrían “mantenerse al día” con los avances en la tecnología.

Objeciones

Danko Nikolic, un neurocientífico del Instituto Max Planck para la Investigación del Cerebro en Frankfurt, enfrentó una audiencia de investigadores de inteligencia artificial en un debate en Berlín (febrero 2016) e hizo una afirmación audaz: nunca vamos a poder hacer una máquina más inteligente que nosotros. "Pueden aproximarse, pero la pueden superar". Cree, en efecto, que el cerebro humano no es la única base de la inteligencia: se requieren, dice, todas las instrucciones que están en nuestros genes. Y ésto significa millones de años de evolución. Habría que repetir la evolución humana para acercarse a nuestra capacidad para que una máquina sea capax de aprender y pensar como nosotros. Pero quizás se pueda llegar a una singularidad mediante la combinación de nuestra mente y de esas nuevas máquinas superpoderosas.

Mi opinión

¿Podría la inteligencia de una máquina crear algo por su cuenta? No lo creo. La IA es producto de algoritmos, es decir de reglas preestablecidas. Puede descubrir muchas cosas escondidas en las masas de datos acumulados, pero ésto no es "creación". La creatividad es producto de la imaginación, proyecta cosas nuevas sobre bases inesperadas (ver mis posts anteriores sobre creatividad). Incluso en el caso de los nuevos computadores con redes neuronales, las sinapsis deben ser entrenadas por un operador humano. Es dudoso que puedan operar sin supervisión alguna (podría ser extremadamente peligros, como han señalado Stephen Hawking y otros). Sí son sin duda posibles grandes avances gracias a la asociación de nuestras mentes con los recursos computacionales, cada vez más poderosos. Iniciativas como le proyecto "HUMAN" pronto podrían demostrar algunos de los aportes posibles.

Referencias
Kurzweil, R. (2012): La singularidad está cerca, Lola Books (“The Singularity is Near”, Viking Press, 2005)
Dvorsky, G.: 20 términos imprescindibles para comprender el futuro que nos espera en el siglo XXI, http://es.gizmodo.com/20-terminos-imprescindibles-para-comprender-el-futuro-q-1767876605 Gizmodo,10/05/2016.
Visions of the singularity: how smart can AI get?, https://www.newscientist.com/article/mg22930661­800­vision­of­singularity­questions­ai­intellect/ New Scientist, 26/03/2016

13 de mayo de 2016

Presiones para crear y publicar

Es frecuente que en las revistas científicas - incluso con revisión por pares - aparezcan artículos que contienen serios errores o auncian descubrimientos que, después de un tiempo, se desmuestran falsos.
También es frecuente que los investigadores, especialmente en las ciencias sociales, descubren correlaciones estadísticas que son meramente casuales (p.ej. que las personas que tienen fe no son tan inteligentes como los demás, algo que publicó hace poco Tony Jack, un profesor de la Case Western Reserve) pero que los lectores, poco duchos en materia estadística, interpretan erróneamente como relaciones causales.
  • Tony Jack empleó imágenes de resonancia magnética funcional para mostrar que el cerebro tiene una red de neuronas analítica que nos permite pensar de manera crítica y una red social que nos permite empatizar. Cuando se les presenta un problema de física o dilema ético, un cerebro sano activa la red apropiada, mientras que suprime la otra. "Debido a la tensión entre las redes, dejar a un lado una visión del mundo naturalista permite profundizar en el aspecto social/emocional -explica Jack-. Y eso PUEDE SER la clave de por qué existen las creencias en lo sobrenatural a lo largo de la historia de las culturas."

Se aclara luego que
"Examinaron la relación entre la creencia en Dios o en un espíritu universal con medidas de pensamiento analítico y la preocupación moral en OCHO experimentos diferentes, cada uno con ENTRE 159 y 527 adultos. Consistentemente a través de todos ellos, cuanto más religiosa era la persona, más preocupación moral mostró; PERO NO SE ESTABLECIÓ LA RELACIÓN CAUSA - EFECTO." (PuraNoticia.cl, 24/03/2016)
Los errores de interpretación por parte de los lectores son explicables, aunque se podría esperar hoy del sistema educativo que los jóvenes tengan un mínimo de sentido crítico (y bases lógicas) para no cometer estos errores.

Pero es más difícil aceptarlo de los científicos. ¿Por qué caen en estos errores? Quizás por la presión:
"Si usted entra en la ciencia experimental, sus asesores y comités de tenencia esperan publicación tras publicación, el éxito construyéndose sobre el éxito. Pero esas expectativas son una receta sólo para el más trivial de los éxitos.
Lo que se presenta como destacado, pensado "outside-the-box", a menudo, en una inspección más cercana, resulta ser nada más que un teorizar vacío acompañado de un análisis de datos que puede extraer «significación estadística» del ruido mismo." (Wired, 24/03/2016)

6 de mayo de 2016

Las nuevas imágenes de prensa

En el entorno digital la prensa se encuentra frente a múltiples nuevas opciones visuales para presentar los hechos noticiosos. Hace tiempo que ya no son suficientes las simples fotografías. Han seguido los vídeos y se proponen ahora las fotografías en 360 grados, para las cuales se ofrecen también nuevas cámaras capaces de tomarlas (como la Geonauta, que rota sobre sí-misma -foto adjunta-, o la GoPro de Google que integra 16 cámaras).

Éstos sistemas, sin embargo, suponen que el periodista-fotógrafo se sitúe en el centro de la escena. Podría ser interesante para mostrar los destrozos causados por una bomba, pero es dudoso que la policía lo permita. Habrá otros casos en que sea posible y útil (Se usa mucho para el turismo, como la panorámica adjunta, de la Plaza Mayor de Lima).


Pero también habrá otros en que sería mejor unos 360° rodeando la escena (fotografía "envolvente"), como para mostrar los destrozos de un accidente. Por ahora existen dos alternativas: utilizar el vídeo, algo relativamente difícil si no se cuenta con una buena cámara (con estabilizador) y buena experiencia, o bien tomar desde varios ángulos diversas vistas panorámicas y enlazarlas, para lo cual se requiere una buena aplicación capaz de hacer las superposiciones correctas y ajustar también el paralaje. 

Hasta ahora parece haber sido reservado a la holografía (Imagen adjunta, de Ceta Systems), aunque Microsoft está trabajando en un sistema alternativo con sus "Hololens", que permirían ver escenas semitransparentas mediante lentes como los de realidad aumentada. Y HBO, en unión con OTOY, se propone producir cine en "holovídeo" (Hipertextual, 20/04/2016)
Ceta Systems

Y la Queen’s University de Australia ha creado un prototipo de teléfono móvil flexible, el HoloFlex, que cuenta en su pantalla con una capa con un conjunto de lentes flexibles en una matriz de 160 x 104, donde cada lente tiene forma de gota y proyecta en el área circular la escena que representa información 3D, siendo posible verla desde un campo de visión de 35 grados. El equipo cuenta con Android Lollipop y con un procesador de 1,5 GHz Qualcomm Snapdragon 810, y 2 GB de RAM. La pantalla ha sido creada con FOLED (OLED flexible), de una resolución de 1920 x 1080 píxeles (403 dpi). (Wwwhatsnew, 6/05/2016) (Ver en  YouTube)


¡La prensa debería pensar ya en ello!