“La web es un conjunto de documentos hiperenlazados; La nube es un conjunto de datos hiperenlazados. En última instancia, la principal razón para poner las cosas en la nube es compartir sus datos profundamente. Tejidos juntos, los bits son mucho más inteligentes y más poderosos de lo que podrían estar solos.” (Kelly, p.125)
La “nube” es donde reside ahora la “inteligencia de máquina”, junto con todos los contenidos comunicables de las mentes humanas. Si la red inteligente tiene acceso a todas (o casi todas) las experiencias humanas, al menos de los conectados, unirá estas experiencias y permitirá evitar muchos de los errores cometidos. ¿Llevará a una sociedad más inteligente?
Lo que se puede esperar es la interconexión de estas nubes, aunque por ahora las empresas se resistan a ello.
“El próximo paso en el desarrollo de las nubes durante las próximas décadas será hacia la fusión de las nubes en una internube. Así como internet es la red de redes, la internube es la nube de nubes. Lenta pero seguramente la nube de Amazon y la nube de Google, la nube de Facebook y todas las otras nubes corporativas se entrelazarán en una nube masiva que actuará como una sola nube -La Nube- para el usuario o compañía promedio. Una contrafuerza que resiste esta fusión es que una internube requiere que las nubes comerciales compartan sus datos y ahora mismo los datos tienden a ser acumulados como el oro. Las acumulaciones de datos se consideran una ventaja competitiva y el compartir datos libremente se ve obstaculizado por las leyes, por lo que pasarán muchos años (¿décadas?) Antes de que las empresas aprendan a compartir sus datos de manera creativa, productiva y responsable.
Hay un último paso en la inexorable marcha hacia el acceso descentralizado. Al mismo tiempo que nos estamos moviendo hacia una internube, también nos moveremos hacia una que será totalmente descentralizada y entre pares.” (Kelly, p.129)
Una consecuencia, en todo caso, es un desafío de adaptación para el ser humano, que redunda en serios problemas para el sistema educativo como señaló Charles Fadel en el Congreso del Futuro de Santiago de Chile (10/01/2017). ¿Si el robot de Google puede, en segundos, revisar todas las páginas web disponibles y encontrar el precio de los huevos ayer en Katmandú (Kelly, p.55) o la teoría astronómica de las supercuerdas, vale la pena aprender algo? ¡Acumular “contenidos” de conocimiento ya no puede ser un objetivo de la educación! (La UNESCO pone ahora el acento en el “aprender a ser”.)
Ya hay “acceso a todo” (al menos para los conectados), aunque solo una a una, en las plataformas de inteligencia artificial, pero no – aún – a una red global inteligente. Será necesario que se destruyan los muros entre las empresas y se establezcan códigos comunes que permitan estas interconexiones. Como subrayó el experto Jaime Moreno en el mismo Congreso del Futuro, los datos son “un nuevo recurso natural universal”.
En su libro "La Educación en Cuatro Dimensiones”, Charles Fadel resume las cuatro dimensiones de la educación en el siglo 21 importantes para el estudiante del siglo 21:
1. Las Aptitudes - “Cómo usar lo que sabemos”: la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración. Habrá que prestar una atención a los grupos de jóvenes desfavorecidos, más vulnerables.
2. El Conocimiento - “Lo que sabemos y entendemos”: Interdisciplinaridad, lo tradicional (p.ej. matemáticas), lo moderno (emprendizaje), los temas (p.ej. alfabetismo global)
3. El Carácter - “Cómo nos comportamos y nos comprometemos en el mundo”: la conciencia, la curiosidad, la capacidad de resistencia, la ética, el liderazgo. (Blog “Construyendo Capital Humano”, marzo 2016)
4. El Meta-aprendizaje - “Cómo reflejamos y adaptamos”: meta-cognición, mentalidad del crecimiento. (“meta” proviene del griego y es un prefijo usado para indicar un concepto que es una abstracción a partir de otro concepto. En este caso significa: el aprendizaje “más allá”). (Blog, “Construyendo Capital Humano”, marzo 2016)
Este es el pronóstico de TICbeat para 2017:
"Ecosistemas inteligentes de datos en tiempo real: Los dispositivos se “comprenderán” cada vez más entre sí, trabajando juntos en tiempo real para resolver necesidades mayores. Por ello, proliferarán las nubes de datos y las redes inteligentes, que enruten los mensajes de forma instantánea. Cabe destacar que de aquí a 2025, según el CEO de Oracle Mark Hurd, la mayoría de los datos empresariales estarán almacenados en la nube." (TICbeat, 30/12/2016)
Referencia: Kelly, K. (2016): The inevitable - Understanding the 12 technological forces that will shape our future, New York, Penguin Random House.
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