Hace casi dos décadas comenzó a rodar Netflix como un videoclub tradicional, pero anticipándose al resto de competidores y dando un paso importante comenzaron a distribuir vídeo online hasta consolidarse en el entorno «streaming», que gracias a la extensión de la banda ancha y la amplicación de velocidades por internet se augura como el futuro de la televisión. Desde el 2007, año del lanzamiento del servicio de «streaming», este no ha parado de expandirse: primero a Canadá, luego a Iberoamérica, Europa, Australia, Nueva Zelanda y a Japón. (ABC.es, 7/01/16)
Los clientes de Netflix han visto 12.000 millones de horas de vídeo en el último trimestrepasado (Business Insider, 7/01/16)
En América del Norte, Netflix representa alrededor del 35 por ciento de todo el tráfico de Internet, mucho más que cualquier otro servicio, incluyendo YouTube, y cuando se expande en un mercado extranjero, puede superar el 20 por ciento de todo el tráfico en tan sólo 18 meses, de acuerdo a Sandvine.
Para crecer, Netflix puede usar "redes de intermediarios" ("middleman networks"), que son costos, o instalar gratis en los ISP sus máquinas CDN (Content Deliver Network), que entregan su contenido en la red, o bien desarrollar su propia red basada en sus máquinas, conocida como "Open Connect", que ya entrega vídeo en más de 60 países y con un streaming de más de 125 millones de horas de contenido cada día en las Américas, Europa y la región Asia-Pacífico.
Las redes de intermediarios, operadas por empresas como Level 3 y Cogent, son conocidos en la jerga de la industria como "transit", y pueden funcionar bastante bien con el vídeo. (Wired, 7/01/16)
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