Desde que se popularizaron los teléfonos “inteligentes”, los medios de prensa que estaban presentes en la web se empezaron a preguntar cual era la mejor forma de llegar a sus usuarios. Y llegó la orden del día: ¡“Mobile first”!. Como las páginas web habituales –que imitan muchas veces las páginas impresas– se ven muy mal en los móviles, varios medios contrataron programadores (o servicios externos) para producir sus propias apps, viendo sus ventajas (principalmente un lector "capturado" desde su pantalla inicial) pero no sus inconvenientes.
Evan Ratliff y Jefferson Rabb, de The Atavist Magazine, publicaron un texto relatando su experiencia en este campo. Su objetivo original era crear un magazine especialmente diseñado para tabletas y teléfonos. Y partieron creando una app móvil nativa. Después de cinco años y 51 historias publicadas y miles de otros editores publicando en su plataforma, han decidido abandonar las apps y publicar exclusivamente en web. ¿Por qué?
“De repente, las razones para crear una experiencia nativa empezaron a reducirse. No sólo había muy poco que podíamos hacer en una app nativa que no podíamos hacer en la web, pero las restricciones del entorno de app nativa hacen que sea casi imposible diseñar bien para ambos. Incluso con nuestro propio software para facilitar el proceso de «publicar en todas partes», nos vimos obligados a tomar decisiones de diseño subóptimos con el fin de garantizar que las historias parecieran tan perfectas en la app como en el escritorio y la web móvil. Esas diferencias necesitaban ser probadas en diferentes dispositivos y sistemas operativos, no importando lo bueno que nuestro software estuviera en aparecer en múltiples ambientes con elegancia.
Al mismo tiempo, las complicaciones de negocios del mundo de las apps nativas para revistas digitales se hicieron cada vez más claras. The Atavist Magazine evitó el destino sombrío de otras publicaciones por permanecer fuera del cementerio del Apple Newsstand, donde las apps fueron desterradas a la oscuridad. (El problema era tan malo, de hecho, que Apple está retirando paulatinamente el Newsstand.) Sin embargo, en una época donde las historias se encuentran cada vez más y se comparten a través de las redes sociales, el descubrimiento en la tienda de apps era una pesadilla en sí-misma. [...]
Peor aún, a medida que empujamos el diseño más lejos en nuestras historias, estábamos constantemente enfrentando las limitaciones técnicas en el proceso de aprobación de las apps. Mientras que podíamos desarrollar, implementar, y en caso de necesidad reparar el nuevo código al instante en la web, cualquier cambio en nuestras apps requería re-presentarlo a la tienda de apps en cuestión. Para Apple, por lo general significaba una espera de dos semanas para su aprobación, a veces más si la aplicación entraba en conflicto con algunas oscuras reglas de Apple o Amazon, reglas a menudo nacidas de una disputa con otra plataforma gigante.” (Atavist Insider, 24/9/2015)
Matthew Mombrea, en IT World, concuerda en parte con Ratliff y Rabb. Aunque presenta argumentos a favor de las apps, que prefiere, se refiere a un entorno empresarial que no es equivalente al de los medios de comunicación, por lo que de su comparación podemos concluir que la alternativa web puede ser preferible para los medios. Reconoce que, en los últimos meses, se está abriendo camino en las empresas un movimiento de progresivo abandono de las apps para pasarse al HTML5. Concuerda en que las apps nativas implican crearlas, presentarlas, esperar su aprobación y administrarlas por separado en las diversas tiendas de aplicaciones, mientras que con HTML5 es posible beneficiarse del sistema “construir una vez, desplegar en todas partes”. Y mejorar las apps no es trivial: se deben enfrentar limitaciones, inconsistencias y errores a medida que se hace más compleja, y volver a realizar todo el proceso cada vez que se actualiza cada sistema operativo. A menos que la app sea muy básica, son frecuentes las quejas de los usuarios por inconsistencias, errores o mala gestión de memoria. Ésto es mucho más fácil con los navegadores móviles actuales, que han madurado y tienen un rendimiento excelente para la ejecución de JavaScript además de contar con características especialmente adaptadas a los móviles, como bases de datos web, acceso a la cámara, GPS, etc. “Tomar este enfoque ayuda a mantener las cosas consistentes y reducir la dependencia de otra plataforma o herramienta, aunque viene con sus propios desafíos.” (IT World, 22/04/2015).
Así, con el HTML5 ahora bien desarrollado y asumido por los navegadores, es posible diseñar contenidos que se adaptan automáticamente al aparato en que se reciben. Como señalan también Ratliff y Rabb, ya son varios los medios que comenzaron a desplegar HTML5 para producir hermosos diseños y elementos interactivos: Pitchfork, The Verge, e incluso ESPN.com, además de su propio Atavist Magazine.
Utilizar la web tiene otra ventaja: la posibilidad de utilizar con profusión los enlaces (links), que se pueden seguir sin salir del navegador. Algo que Jeff Jarvis ha recalcado como esencial para el futuro del periodismo, llegando a decir que la prensa pasará a depender de la "economía de los enlaces": “En internet, el contenido sin enlaces no tiene valor, porque no tiene audiencia. El contenido gana valor a medida que gana enlaces.” (El fin de los medios de comunicación de masas, p.186).
Google ha estado atento a este tipo de problema y pretende solucionarlo pensando especialmente en el acceso móvil. Por ello, en alianza con la Digital News Initiative, ha creado AMP, “Accelerated Mobile Pages” (Páginas Móviles Aceleradas), un estándar de contenidos que acelerará la consulta de información desde los móviles. “Lo que hemos hecho es hablar sobre lo que está pasando en el ecosistema de las noticias. Y una de las cosas que primero surgieron en nuestra conversación con los medios fue la cuestión de los móviles. Nos preguntábamos todos ¿es una oportunidad o un reto?”, dijo Madhav Chinnappa, responsable de relaciones estratégicas de Google, cuando presentó la iniciativa en octubre 2015. En la presentación en Nueva York, Richard Gringras, máximo responsable de Noticias en Google, destacó: “La web lleva 20 años con nosotros, pero tenemos que hacer que sea genial de nuevo, hacer que el contenido fluya, que esté al momento en el móvil”, mientras el portavoz de los editores recalcó que “construir soluciones para todas las plataformas que existen ahora mismo es algo costosísimo; no hay ningún medio de comunicación capaz de permitirse crear su propia solución de manera sostenible” (El País.es, 8/10/2015).
AMP es un estándar de código abierto (es decir de libre acceso y modificable a gusto) basado en HTML, lo cual lo hace compatible con todos los navegadores. Está diseñado para que las páginas web con gran variedad de contenido (vídeos, animaciones, gráficos, anuncios) carguen instantáneamente y que el mismo código funcione en múltiples plataformas y dispositivos (ABC.es, 7/10/2015). Los medios que impulsaron inicialmente el formato junto con Google son El País —el único medio en español—, Les Echos (Francia), Die Zeit y FAZ (Alemania), The Financial Times y The Guardian (Reino Unido), NRC Media (Holanda) y La Stampa (Italia). Twitter, Pinterest, LinkedIn, WordPress, Adobe, Chartbeat, y editores como Vox, The New York Times, The Washington Post, O Globo, la BBC y cerca de 30 otros medios han confirmado que difundirán contenidos en el nuevo estándar. “Se trata del primer paso de un proceso en el que continuaremos trabajando conjuntamente con Google y el resto de editores para garantizar tanto la mejor experiencia de usuario como el desarrollo de un entorno sostenible para la industria de los medios” ha declarado Antonio Caño, director de El País. (El País.es, 8/10/2015).
Otro aspecto ha de ser tomado en cuenta: las apps pueden llegar a ser molestas. Con las alertas enviadas a los móviles, llegan constantes elementos distractivos. Y lo peor es que, muchas veces, se refieren al mismo hecho, supuestamente como "puestas al día", como reclamó Julia Greenberg en Wired:
“El miércoles, por ejemplo, cuando los detalles del horrible tiroteo de Virginia fueron revelados, mi teléfono siguió parpadeando con cada nuevo desarrollo. Y aunque yo ya había leído la terrible noticia, continué recibiendo alertas todo el día. Me recordaban, y actualizaban, los detalles del ataque sin que yo hubiese tomado la decisión consciente de hacerlo. […] Son una forma, literalmente, de hacerle salir de lo que está haciendo para avisarle de algo que ni siquiera saben si necesita ser alertado de ello. «Es como tocar el lector en el hombro», dice el editor asistente de cabecera del New York Times, Clifford Levy.” (Wired, 28/08/2015)
Podría ser preocupante, sin embargo, la disminución del uso de la web móvil (-10% observado en los Estados Unidos) mientras crece el uso de apps (+10%) en los dos últimos años. Pero, a la vez, hay que tener en cuenta que estos usuarios pasan el 50% del tiempo en su app favorita (generalmente Facebook) y 78% del tiempo en solo 3 apps (Business Insider, 29/09/2015). Y si Facebook concentra esta cantidad de tiempo, el tiempo dedicado a las apps de noticias apenas están en torno al 2% (0,5 horas diarias en el caso de los jóvenes, según El Mercurio del 18/08/2015). El acceso desde las webs de los medios y desde redes sociales es muy superior a las notificaciones y alertas en el móvil según la encuesta “Digital News Report” de Reuters en 2015 (Reuters Institute, 11/07/2015).
Ésto significa claramente que los medios han de desarrollar una estrategia en que las apps utilizadas son las de uso masivo (como Facebook). Henry Blodget ya dijo en 2012 en Business Insider (BI, 22/12/2012) que "Para algunos servicios, tales como noticias e información, la pantalla del PC o notebook sigue siendo, con mucho, la más dominante. Así que abandonar esa pantalla, o pasar al diseño de otra pantalla primero, simplemente no tiene sentido". La estrategia no debe ser “Mobile First”, sino “Mobile, Too”, pero buscando la mejor manera de adaptarse con un mínimo de facilidad, donde la app nativa no parece la mejor solución (aunque Blodget lo pensaba así en 2012, como muchos otros editores).
Los editores deben sin duda pensar en la mejor manera de enviarnos las noticias pero "sin sobrecargar a los lectores en el mundo íntimo que es su teléfono", agrega Greenberg. Y es potencialmente peligroso. Si el receptor empieza a sentir esta sobrecarga, podrá anular su suscripción. Pero piense también en quien recibe una alerta mientras maneja su automóvil: ¡podría distraerse y causar un accidente!
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