17 de agosto de 2009

Los ordenadores del cibercaos


Introducción

Ordenador debe ser entendido aquí como "sistema o medio destinado a ordenar". Pero no ha de descartarse la idea de que éstos pueden operar, en gran parte, en máquinas (ordenadores informáticos, computadores). 

¿A qué caos me refiero? Al que se observa actualmente en los contenidos y los vínculos del "ciberespacio" o sea, para ser más claro y más preciso: la World Wide Web o, simplemente, "la web". 

Componentes del ciberespacio

Creo que podemos considerar que el ciberespacio tiene dos componentes esenciales: las relaciones interpersonales (que recurren a las redes telemáticas) y la esfera semántica, o sea la información, el contenido de las comunicaciones.
 
Ordenar las relaciones humanas

No hay nada que decir, aquí, del ordenamiento físico de las redes telemáticas: de esto se ocupan las compañías de telecomunicaciones, que el mercado obliga a buscar la máxima eficiencia. Lo que es más caótico y donde hemos de preguntarnos por los mecanismos de ordenamiento es en torno al uso que les damos. 

Los e-mails van y vienen en todas direcciones. Cada persona gestiona su propia lista de contactos; las empresas acumulan listas de sus clientes. A fines de 2004, el tráfico alcanzó un promedio de 76.800 millones de mensajes al día según cifras del grupo Radicati, firma investigadora del mercado de alta tecnología (El Mercurio, 20-01-2005). Frente a esta realidad, el mundo del correo electrónico es un mundo caótico cuyos "ordenadores" son insignificantes. 

La web está siendo usada por cientos de millones de personas (Uno de cada seis humanos navega por Internet según el diario El Mundo del 27-01-2009). ¿Cuáles son sus ordenadores? Para cada persona, la lista de "favoritos" o "marcadores", algo también insignificante al nivel de la web. En los inicios de la web, se confeccionaron "directorios" on-line e incluso en papel (recuerdo haber tenido uno de estos últimos, del porte de una guía telefónica) pero no resistieron el poder exponencial de la creatividad y nadie fue capaz de seguir poniéndolos al día. 

¿Qué recurso ofrece hoy la misma web para ordenar las relaciones? Como lo indica la matemática asociada a las redes y al caos, la complejidad misma tiende a producir medios organizativos. Y han surgido las "redes sociales". Aunque redes como 'Facebook', 'MySpace' o 'Tuenti', "no dejan de ser un pasatiempo y sirven para el puro ocio", a decir de J.Roca, también ha surgido una red social más significativa: 'LinkedIn'. Agrega Roca: "En 'LinkedIn' se halla la revolución del management compartido y colaborativo". LinhedIn tiene unos 45 millones de usuarios, mientras Facebook -la más numerosa-, a cinco años de su fundación, acaba de sobrepasar los 200 millones, con cien millones de visitas diarias según sus administradores (Mouse, 10-04-2009). El éxito de LinkedIn es por lo tanto aún bastante limitado. Y es que muchos profesionales se resisten a participar porque "no le ven la utilidad" o "no tienen tiempo". Al parecer, la utilidad es efectivamente relativa: sirve para buscar colegas y descubrir como contactarlos. Faltan otras funciones para sacarle más provecho como podría ser un calendario para recordar automáticamente fechas de interés común, vencimientos de trabajos, etc., así como mecanismos que faciliten trabajos colaborativos. Aunque para aprovechar éstos también podría faltar algo más de confianza y espíritu cooperativo, cosa puesta en evidencia por los neurocientistas e invocada ya en los trabajos de neuroeconomistas como Kevin McCabe y Ulrich Witt, que creen que en algunos países -como Chile- la desconfianza sería más alta que en Norteamérica (D.Gallagher, 3-07-2009). 


Ordenar los contenidos

Volviendo a la matemática del caos y su afirmación de que la complejidad misma tiende a producir medios organizativos, en materia de contenidos se observan también algunas tendencias al orden, aunque aún marginales considerando la enorme multitud de sitios y páginas. Un primer aspecto es el que dice relación con las interconexiones entre sitios. La correspondiente "topología" de la red ha sido investigada, entre otros, por Young Hyun en la "Cooperative Association for Internet Data Analysis" (CAIDA). Es posible representar la geografía (o mejor dicho la topología) de Internet de múltiples formas. La siguiente (técnica "Walrus" usada por Hyun) es la que mejor se acerca a la estructura significativa, que extraemos y explicamos luego: 
 


Otro gráfico permite observar mejor aún lo que se ha llamado "la estructura en humita" (o nudo-mariposa) de Internet. Nos indica que hay un grupo central de servidores fuertemente entrelazados (con muchos links entre sí), mientras hay pequeños grupos de servidores que apuntan a ese bloque central y otros pocos hacia donde apuntan algunos de los que pertenecen al núcleo central. Más servidores muy pocos vinculados al resto. El siguiente gráfico plano muestra mejor esta situación e identifica quienes están en el núcleo central. 
 


Lo anterior se basa en los hipervínculos explícitos en las páginas web (o en las direcciones guardadas por los usuarios). ¿Será posible mejorar las interrelaciones sin que deban escribirse las direcciones de los sitios en los cuales se podría encontrar más información? Ante la imposibilidad de leerlo todo, ¿cómo puede un investigador encontrar lo que realmente le puede resultar útil, sin perder días en el proceso de selección? (Para redactar el presente trabajo, nos hemos encontrado en gran parte con este tipo de problema). Hasta hoy se cuenta con un sistema de selección basado en la detección de palabras-claves que son generalmente partes del texto, por lo cual los "motores de búsqueda" (en el núcleo del nudo antes graficada) devuelven una enorma cantidad de resultados irrelevantes y se pierde muchísimo tiempo investigando las referencias que quedan luego descartadas. Para mejorar las respuestas, se necesitaría un nuevo tipo de interfaz, adaptable al usuario y con capacidad para interpretar contenidos y evaluar su relevancia. Grupos como los del Departamento de Ciencias de la Información y Computación de la Universidad de Hawai trabajan en este tema (cfr. Brewer, R. & Johnson, Ph.:"Toward Collaborative Knowledge Management... "). 

El lenguaje HTML ha avanzado un poco en la dirección del uso de "descriptores" más esquemáticos del contenido mediante etiquetas "Meta" () que se incluyen al inicio de las páginas y que los motores de búsqueda leen antes de pasar a leer el texto publicado. Es un primer paso, muy pequeño, hacia la prometida "web semántica", una anunciada revolución de Internet que se está haciendo esperar más y más. El objetivo de este nuevo sistema es que los datos que están en la red estén definidos de tal forma que puedan ser utilizados y comprendidos por las máquinas sin necesidad de intervención humana, para un intercambio y elaboración más efectiva de datos hasta convertir la información en conocimiento codificando los datos con metadatos, datos sobre los datos legibles de forma automática. Ésto se basa en sistemas de definiciones de conceptos llamados "ontologías" (informáticas, no filosóficas) construidos sobre XML, el lenguaje base del HTML, con una estructura basada en la relación sujeto-predicado. 

También se trabaja activamente en el procesado de estos sistemas mediante motores de inferencia que permiten deducir nuevos conocimientos a partir conocimientos ya especificados. Se entra, por lo tanto, en el campo de la Inteligencia Artificial. Si bien el potencial es enorme, los problemas también lo son a la hora de aplicarla IA en forma general (a cualquier tipo de conocimiento) como se requiere en la red. En esta línea están trabajando Tim Berners-Lee, el creador de la web, y la organización SemanticWeb (http://www.semanticweb.org). La Comunidad Europea está incentivando la investigación sobre este campo a través de su V Programa Marco. 

Otro aspecto del "ordenamiento" de los contenidos es el incipiente desarrollo de sistemas cooperativos, como Google Docs, que permiten que varias personas trabajen en un mismo documento gracias a la red. La acumulación de información -si no de real conocimiento- por esta vía también ocurre en forma progresiva gracias a las "wikis", aplicaciones del sistema desarrollado con gran éxito por la Wikipedia, la cual ha sido explotar en forma adecuada -y aún poco imitada- la real filosofía de la base hipertextual de la web (ver al respecto nuestro texto "Hiperperiódico Vs. Conocimiento"), intervinculando todo su contenido. La prueba del éxito de este método son los 3 millones de artículos que contiene y que equivalen a 952 volúmenes de la Enciclopedia Británica (cfr. http://www.fayerwayer.com/2009/06/estudiante-imprime-el-001-de-wikipedia/) 

Otra herramienta ha surgido recientemente: un sistema que permite acumular, anotar y organizar los resultados de las búsquedas realizadas en la web. Ha sido una iniciativa prometedora de Yahoo!, llamada "Search Pad", aún reservada a sus usuarios. Por cierto, Google no se podía quedar atrás y está trabajando en algo parecido: "Google Squared". (Información de ZDnet, 7-07-2009). La información acumulada, y el "mapa" de relaciones resultante, no quedará en el computador del usuario sino "en la nube" ciberespacial, o sea en máquinas proporcionadas por los prestadores del servicio, siendo así accesibles desde cualquier PC (con la contraseña pertinente) y desde cualquier lugar del mundo. 


Conclusión

"El Tribunal Supremo de Estados Unidos, de hecho la Corte Federal, que luego fue refrendada por el Tribunal Supremo, declaró que es cierto que en Internet hay toda clase de problemas, es cierto que en Internet la libre expresión conduce a excesos, es cierto que Internet es el caos de la expresión. Pero, añade textualmente: "los ciudadanos tienen un derecho constitucional al caos". (M.Castells, 2003). Pero no hay que concluir, por ello, que la naturaleza íntima de Internet -o mejor dicho de la Web en este caso- es el caos. Como lo acabamos de ver y como lo han demostrado los matemáticos, los sistemas complejos, cuando llegan a la frontera del caos, tienden a autogenerar mecanismos reductores de complejidad. Y es lo que está ocurriendo con la Web, aunque en forma lenta e insegura, en gran parte porque se ha abierto a cualquier usuario y que, por una parte, el "usuario cualquiera" no sabe usar sus recursos en la forma más apropiada y, por otra, los recursos que se lo permitirían son aún escasos y su desarrollo -para poder ser aprovechados por "no-técnicos- es a su vez dificultoso. 

Existe sin embargo un área en que sería fácil, útil y multiplicador realizar esfuerzos para agilizar el desarrollo ordenado de medios más directamente orientados al desarrollo del conocimiento: la formación de los comunicadores, campo en que los programas de formación están, a nuestro entender, muchas veces atrasados, ignorantes del sustrato del ciberespacio, de sus potencialidades e incluso de su afinidad con las más modernas teorías sobre la construcción del conocimiento (vea nuestro futuro artículo "La formación de e-comunicadores").



Bibliografía 
Alvarez-Hamelin, J.I. (2006): "Taxonomía De Los Modelos De Topología De Internet", Interdisciplinary Mathematical Methods, Vol. XXV, n. 29. 
Castells, M. (2003): "Internet y la Sociedad Red", Forum Global
Claffy, K.,Hyun, Y.,Keys, K.,Fomenkov, M.,Krioukov, D. (2009): "Internet Mapping: from Art to Science", IEEE DHS CATCH Conference
Colle, R. (2009a): "Hiperperiódico Vs. Conocimiento", NotiBytes
J. C. Dursteler, J.C. (2001): "La Telaraña Semántica", InfoVis, Mensaje núm. 21
Dodge, M. (2003): "An Atlas of Cyberspace"
Gallagher, D. (2009): "La química de la confianza", Santiago de Chile, El Mercurio, 03 de Julio de 2009, p.A3.
Rehmeyer, Julie J. (2007): "Mapping a medusa: The Internet spreads its tentacles"; Science News 171(June 23), p.387-388. 
Roca, J. (2009): "Revolución LinkedIn: La red profesional del management 2.0 del siglo XXI", Barcelona, Paidós.
Yahoo! (2009): "Search Pad"

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