26 de febrero de 2016

Hacia la muerte de la TV tradicional

Los jóvenes se preguntan: ¿Por qué vamos a ver un programa que alguien más definió?
"Están acostumbrados a disponer de la biblioteca infinita que soñó Borges y que implementó internet. Ellos deciden cuándo ven qué, y saben buscar para encontrar el contenido que les interesa.
¿Hasta cuándo tendremos a la TV dominando como plataforma de publicidad principal? Probablemente tengamos algunos años más, digamos unos 5, para poner un número. Si lográramos que los proveedores de contenido fueran más rápido y el acceso a buen ancho de banda (normalmente vía internet fijo) también avanzara mejor, esto podría ocurrir antes. Pero no cabe duda de que su muerte se acerca rápidamente." (J.M.Piquer, El Mercurio, 16/02/2016)
La BBC, pionera en la nueva generación de contenidos y formas de consumo ha dado el primer paso hacia eel futuro de la televisión ofreciendo contenidos online por internet para jóvenes (BBC Three y canal en YouTube).(Hipertextual, 16/02/2016)

El problema de la TV abierta y por cable es que no hay posibilidad de verla en otros puntos de la casa si no se paga un suplemento o se utiliza otro decodificador. Las apps móviles para ver el contenido son un despropósito porque el smartphone no es el tipo de receptor más adecuado para ver televisión. La "salida" actual es el WiFi de casa y un adaptador como Apple TV, Chromecast, Amazon Fire TV o Roku, que permiten ver internet en el televisor y acceder a Netflix o Amazon Movies. 

Un grupo de 17 proveedores de servicios, empresas de contenidos y proveedores de tecnología han constituido en noviembre de 2014 la Streaming Video Alliance, con el objetivo de formular los estándares de esta nueva industria, y establecer buenas prácticas para los servicios de vídeo online a gran escala (Ticbeat, 17/11/2014), mientras en septiembre 2015, Amazon, Cisco, Google, Intel, Microsoft, Mozilla y Netflix anunciaron la creación de la Alliance for Open Media, para desarrollar tecnologías de visualización online de vídeo y audio de ultra alta definición en cualquier dispositivo moderno con cualquier ancho de banda (Ticbeat, 2/09/2015). 

Netflix ya tiene más rating que cualquier televisora de los Estados Unidos y ha transmitido en total 10 mil millones de horas de video en el primer quadrimestre de 2015 (FayerWayer, 29/06/2015).

19 de febrero de 2016

Los vacíos de la investigación en comunicación

A lo largo de mi carrera académica. he asistido a múltiples congresos de investigadores en comunicación y conocido otros tantos a través de sus actas. En todos, terminé haciéndome la misma pregunta: ¿qué han aportado al conocimiento de la comunicación? Abundan las ponencias acerca de problemáticas ínfimas e irrelevantes para la comunidad (salvo, claro, para quienes las produjeron) y para el avance de la ciencia.

Las más rescatables son las que han estudiado, con métodos estadísticos correctos y resultados válidamente proyectables, el comportamiento de los emisores o receptores, a nivel internacional, nacional o regional, o bien en determinadas capas etarias. Estos estudios no son los más numerosos. Mucho más escasos son los que introducen y ponen a prueba alguna nueva metodología, cuya aplicación podría efectivamente significar un real avance de las ciencias de la comunicación.

¿Cómo explicar este fenómeno? Me parece que existe una dramática carencia en la formación de los investigadores en materia tanto de metodología de investigación como en sociología y psicología. Obviamente, no se puede esperar que dicha formación se realice a nivel de pregrado. Éste, en el ámbito iberoamericano, apunta esencialmente a la formación de profesionales aplicados (periodistas, publicistas, etc.), pero a nivel de postgrado estas disciplinas son indispensables, junto con estudios teóricos profundos de los procesos de comunicación en todos sus aspectos y en las diversas formas de abordarlos. ¿En cuantas universidades se incluye la docencia necesaria? ¿En cuantos congresos se discute realmente de ciencia?

5 de febrero de 2016

Servicios en la nube: un creciente negocio

Se habla del movimiento #GIFEE (“Google Infrastructure For Everyone Else!”) que se refiere a dar a cualquiera el poder que usa Google para mantener su imperio de internet y sus numerosos servicios. 

Amazon fue de los primeros en captar el concepto y ofrecer servicios en la nube, que ahora dominan el mercado (y son su principal fuente de ingresos). Microsoft ha adoptado la idea, desarrollando su nube Azure. IBM lo ha entendido y, después de ofrecer algunos servicios de su supercomputador Watson, también se ha rendido y está ampliando sus servicios en la nube (Su BlueMix atrae unos 15.000 nuevos usuarios mensuales). Facebook, Yahoo y otros gigantes de la web se vieron obligados a seguir el mismo camino, aunque solo para sí-mismos. 

Ahora, gente como Alex Polvi, fundador y CEO de CoreOS, quiere ofrecer esta nueva generación de infraestructura a todos los que lo deseen. En otras palabras: para cualquier negocio que quiera construir servicios en línea. La firma de investigación Forrester predice que, para el año 2020, la computación en la nube tendrá más de 191 millones de dólares en ventas.