30 de octubre de 2015

¡Se necesitan expertos!

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, en 2020 habrá 1,4 millones de puestos de trabajo de computación y sólo 400 mil estudiantes de informática para llenar esos roles. Según McKinsey, en los Estados Unidos solamente, hay una escasez de 140.000 a 190.000 personas con experiencia analítica y 1,5 millones de gestores y analistas con los conocimientos necesarios para comprender y tomar decisiones basadas en el análisis de Big Data. (Thornton May, ComputerWorld, 11/06/2015) 

Ésto plantea un interesante desafío para las universidades, especialmente en las áreas de la ingeniería y de la matemática, donde las técnicas de inteligencia artificial debería ser enseñadas junto con principios de metodología de investigación e informática. En efecto, se considera generalmente que la información no estructurada representa el 80% de los datos con que cuenta una organización. Con los servicios "en la nube" y el rastreo de las actividades de los clientes o "visitantes" en las redes digitales, estos datos han crecido a gran velocidad y resulta casi imposible que un grupo humano los pueda analizar sin recurrir a estos nuevos métodos informáticos.

En el análisis de Big Data, sin embargo, la inteligencia artificial es aún bastante limitada y es importante aprender a formular las preguntas adecuadas, especialmente seleccionando los términos que, como parte de los discursos analizados, podrían ser relevantes (salvo que se cuente, quizás, con el poder de un supercomputador como el Watson de IBM). Ésto implica prestar atención, también, a la semántica, una disciplina generalmente desconocida en las facultades ingenieriles. (cfr. "Text Analytics: The Next Generation of Big Data", Inside Big Data, 5/06/2015).

23 de octubre de 2015

¿Ciberguerra o inseguridad mundial?


El gobierno de Obama reveló en junio que piratas informáticos habían robado datos de millones de empleados del gobierno de Estados Unidos, de contratistas y de personal de los servicios de inteligencia. La Casa Blanca dijo que hasta 4 millones de personas se vieron afectadas, pero se habló luego de 20 millones.
  • "En un mes promedio, la OPM [Oficina de Administración de Personal] frustra 10 millones de intentos de intrusión dirigidas a su red. Estos ataques no se detendrán sino que aumentarán", dijo Katherine Archuleta, jefe de la Oficina de Administración de Personal. en un testimonio preparado para una audiencia del Comité de la Cámara sobre Supervisión y Reforma del Gobierno. (Business Insider, 16/06/2015)

La Casa Blanca sospecha que los ataques provienen de China. Y Archuleta acusa al propio gobierno de una falta de inversiones de una década en el campo de la seguridad informática. El ex oficial de contrainteligencia de la NSA, John Schindler, lo llamó un "desastre" en una columna titulada "El ataque de China acaba de hacer naufragar el espionaje estadounidense". Si los Estados Unidos hicieran lo mismo en China, sin duda lo tomarían como un acto de guerra, dice Jonah Goldberg (Los Angeles Times, 16/06/2015). La Casa Blanca parece haber querido restarle importancia pero no dejó el tema de lado y fue objeto de las conversaciones con el presidente chino cuando visitó la Casa Blanca hace pocos días, al punto de formalizar una acuerdo de "respeto mútuo". ¿Pero servirá de algo? Una buena intrusión es por principio difícilmente detectable y la tecnología solo puede ir mejorando.

Sony también sufrió un robo masivo de datos, supuestamente como reacción a su filme "The Inverview" sobre una entrevista a Kim Jong Un. (FayerWayer, 19/12/2014)


El ex-empleado de la CIA, Edward Snowden, nos permitió conocer varios programas de la NSA que espiaban no sólo a los ciudadanes estadounidenses sino hasta autoridades de terceros países, como Angela Merkel y Dina Rousseff, lo cual le valió serios problemas diplomáticos y llevó a estos países a tomar medidas de control como la prohibición de la transferencia de datos a servidores extranejeros en el caso de Alemania y la desvinculación de sur red en el caso de Brasil.

Pero la NSA y los servicios chinos no son los únicos implicados. Los servicios de inteligencia de varios otros países (sino de todos) hacen lo mismo. Así, por ejemplo, documentos secretos citados por el semanario alemán "Der Spiegel" indican que el BND quiere invertir en los próximos años 5,6 millones de dólares para hacerse con información sobre problemas de seguridad en software hasta ahora desconocidos. Según el informe del diario y de los canales NDR y WDR, la inteligencia alemana pretende usar esas brechas para acciones de espionaje y también para proteger mejor las redes del gobierno. (Noticiasdot.com, 11/11/2014). Muchos gobiernos contrataron la empresa italiana  Hacking Team y su herramienta Da Vinci para realizar vigilancia o espionaje (que puede ser legal o ilegal). Reporteros sin fronteras tiene calificado a Hacking Team como uno de los principales enemigos de Internet y filtró su lista de clientes: Egipto, Etiopía, Marruecos, Nigeria, Sudán, Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Estados Unidos Azerbaiyán, Kazajstán, Malasia, Mongolia, Singapur, Corea del Sur, Tailandia, Uzbekistán, Vietnam, Australia, Chipre, República Checa, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rusia, España, Suiza, Bahrein, Omán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros (Hipertextual, 6/07/2015).

Los especialistas de Kaspersky Lab ha descubierto que el ciberespionaje patrocinado por Estados-nación es cada vez más sofisticado. Encontraron que, después del éxito creciente de la industria para exponer a grupos de amenazas persistentes avanzadas (APT), los actores de las amenazas más sofisticadas ahora se centran en aumentar el número de componentes en su plataforma maliciosa para llamar menos la atención y aumentar su sigilo. (DiarioTI, 18/03/15)

¿Que hay entonces de los "pobres mortales" como nosotros? La magnitud de la delincuencia crece de manera exponencial. Sin contar los hackers que nos pueden atacar, los propios creadores de apps para smartphones nos espían constantemente: dos tercios de ellas acceden al menos a un identificador del aparato, 25% a dos y 16% a tres o más datos personales (ComputerWorld, 15/12/2014). Además, según el estudio que ha realizado Luigi Vigneri y su equipo con más de 2.000 aplicaciones, un 10% de las apps analizadas hacen conexiones y comparten datos con más de 500 URLs diferentes y las que encabezan en ranking llegan hasta 1000.

A diferencia de éstas, los ciberdelincuentes tradicionales distribuyen en forma masiva correos electrónicos con archivos adjuntos maliciosos o infectan sitios web a gran escala. Codifican malware todo en uno que extraerá sólo los datos más valiosos como números de contraseñas y de tarjetas de crédito de las máquinas de las víctimas (DiarioTI, 18/03/15)

Una encuesta internacional de usuarios de Internet ha encontrado que más del 39% han tomado medidas para proteger su privacidad y seguridad en línea como resultado de las revelaciones de Edward Snowden. La encuesta, realizada por el Centro Internacional para la Innovación en Gobernanza  (CIGI), encontró que el 43% de los usuarios de Internet ya evitan ciertos sitios web y aplicaciones.(ComputerWorld, 15/12/2014). 

La recomendación es siempre la misma: no abrir los e-mails de fuentes desconocidas, verificar las fuentes de mensajes y de aplicaciones, bloquear o eliminar las apps que piden demasiados permisos (Felizmente es cada vez más factibles controlar tales permisos en las nuevas versiones de iOS y Android).


16 de octubre de 2015

3D: ¿confluencia o confusión?

Este año parece ser el del despegue de cierto fanatismo por la visión/publicación 3D o al menos en 360°. La hemos visto aparecer en la prensa digital y también en los planes de las redes sociales. Pero, al parecer, se confunden muchas veces los conceptos de realidad virtual, realidad aumentada y vídeo envolvente (360°). 

ViceNews y otros  profesionales ya han producido noticieros que han llamado “realidad virtual”, pero son vídeos en 360°, lo cual no tiene nada de "virtual". Un equipo chino a presentado en verdadero 3D un reportaje sobre las protestad de Hong-Kong de 2014 (requiere lentes 3D; ver aquí debajo). La “3D móvil” podría ser común en 2020.


Un vídeo en 360° no es realidad virtual, como tampoco lo es un reportaje en 3D, aunque requiera lentes 3D. La confución, probablemente, provenga justamente de la necesidad de éstas para gozar adecuadamente de la experiencia. ¡Pero me parece que no se justifica que los periodistas o editores de medios se confundan y confundan de este modo a sus destinatarios!

Durante su conferencia anual F8, los representantes de Facebook revelaron que los planes de la empresa para que, de aquí a 10 años, cualquiera, en cualquier lugar, sea capaz de compartir sus vivencias con amigos y familiares de todo el mundo mediante un casco de realidad virtual.
"Quieren chupar el mundo real dentro de las paredes virtuales de Facebook" dice Mark Wilson en Fastcodesign.com (30/03/2015). Para ello, Facebook está construyendo toda una infraestructura: se hizo con Ocukus Rift, para contar con los cascos requeridos, desarrolla proyectos en su laboratorio de inteligencia artificial para reconocimiento visual (ya identifica rostros y mostró un algoritmo que puede discernir cientos de diferentes deportes que se producen en tiempo real) y dicen que se va a poder llevar su taza de café de verdad en la Matriz de Facebook y beber allí, ¿compitiendo con los Hololens de Microsoft? Con Oculus, crearon Story Studio, que se ocupará de crear contenidos audiovisuales que llamaron "VR cinema" y realizará varios títulos de "cine 3D" para este año: Lost, Dear Angelica, Bullfighter, Henry, y dos películas sin bautizar. (Vídeo).

Microsoft, en efecto, está desarrollando lentes que permiten combinar la realidad virtual o aumentada con la vista de nuestro entorno real. Hace un año, dieron a conocer su proyecto RoomAlive (inicialmente llamado IllumiRoom), que combinaba una serie de proyectores con Kinect y la consola Xbox para transformar una habitación completa en sala de juegos.
Microsoft también anunció la tecnología MobileFusion, que apunta a realizar modelos 3D en tiempo real usando las cámaras convencionales de los teléfonos, y videoconferencias holográficas 3D (proyecto Viewport) a las cuales se agregará luego la realidad aumentada para superponer datos, y la realidad virtual. Además, ha sentado la base del futuro con Windows Holographic. En el futuro, el nuevo Windows ya no estará confinado a un monitor o al televisor del salón. Por ahora se necesitan las Hololens, sus lentes 3D de realidad virtual y realidad aumentada. Hololens tiene su propio procesador y no depende de ninguna conexión con otro equipo (smartphone o PC) pero podrá interactuar con otros dispositivos. También reconoce los gestos y la voz.  Las HoloLens de Microsoft son un intento interesante para crear un nuevo tipo de interfaz gráfica, diferente tanto de las Google Glass como de las Oculus Rift, pero combinando en parte ambos conceptos: son semi-transparentes, incluyen cámaras y sensores de profundidad, y no son meros dispositivos de entretenimiento. Admiten tanto la realidad virtual como la realidad aumentada y, además, ofrecen una visión holográfica (3D) que aparece dentro del mismo ambiente del usuario. Son en esencia un monitor que se lleva pegado a la cara y convierte el entorno en una interfaz gigante e interactiva.

La RV (realidad virtual) también llegará pronto a la web: Mozilla anunció MozVR, un nuevo sitio en realidad virtual y una app para Oculus Rift (y otros más adelante) con demos y recursos para desarrolladores, como parte de la celebración de su primera década de vida, apuntando al desarrollo de RV en sitios web.

También hay que tener en cuenta el proyecto "Immersive TV", en el que se han embarcado en 2013 varias universidades y empresas españolas, que pretende sumergir al espectador en la retransmisión de TV para que se sienta parte de la escena y pueda interactuar con los contenidos. Y este proyecto va más allá de lo audiovisual, ya que pretende combinar con estas señales otros elementos que estimulen nuestros sentidos, como olores, movimientos de muebles (domótica), encendido y apagado de luces, etc., para "crear así la cuarta dimensión".(El Mundo, 29/04/2013) 

Pero la era de los cascos podría terminar pronto: Google  una startup está desarrollando Magic Leap, un sistema que proyecta la imagen virtual en 3D en la retina, combinándose con la percepción normal del entorno (vídeo). Podría estar disponible dentro de 3 o 4 años**. Y un equipo de investigadores de diversas universidades australianas ha creado una pantalla 3D holográfica fabricada a partir de materiales basados en grafeno. Las imágenes «saltarán» de la pantalla sin necesidad de utilizar accesorios, como en los filmes de la "Guerra de las Galaxias" (ABC.es, 30/04/2015).  La compañía china Shenzhen ya ha presentado Takee, el primer móvil del mundo con una tecnología holográfica de este tipo, capaz de proyectar sobre su pantalla imágenes tridimensionales.

+ "Las 5 apps de realidad aumentada que (ya) no puedes perderte"

** Actualización (dic.2015):
Magic Leap ha recaudado un total de 1.4 millones de dólares en no pocas rondas de financiación, a lo largo de sus cortos cuatro años de vida. El producto sigue en etapa de desarrollo. Bajo un secretismo casi absoluto, lo único que tenemos de ellos hasta la fecha son algunos vídeos de un juego de disparos que dejó sorprendido a más de uno con la demostración de las capacidades de Magic Leap. (Hipertextual, 10/12/2015)

9 de octubre de 2015

La economía (mal) compartida

The Economist definió la `sharing economy´ como “Lo mío es tuyo, a cambio de una pequeña cuota”. Pero, si es así, ¿no es más bien un nuevo sistema de compra-venta (y no un real "compartir")? Uber (transporte) y Airbnb (alojamiento) son los ejemplos más conocidos, mientras SpaceBee o Coworking permiten encontrar espacios temporales de trabajo. TaskRabbit y NowiStar ofrecen mano de obra, mientras Shareyourmeal ofrece "compartir" los menús cocinados por los vecinos. También existen plataformas para conseguir guías o para reservar experiencias gastronómicas (Trip4Real). Parclick, Parkfy y ParkingHood ofrecen la posibilidad de contactar con una persona que desea «ceder» temporalmente su plaza de garaje o estacionamiento. Las posibilidades son casi infinitas.

Si se toman éstos como ejemplos, habrá que reconocer que no son realmente una forma de compartir generosamente sino una nueva forma de hacer negocios. Quienes ofrecen estos servicios quieren ganarse la vida o financiar alguna compra importante (vehículo nuevo, departamento, etc). La forma en que opera Uber ha sido especialmente criticada, por sus normas, su control de los conductores y de los precios así como la comisión que cobra. "Uber no es un servicio de taxis, sino de empleos de baja remuneración" dice Mims.

Pero todo ésto no es más que una nueva forma de contratar trabajadores independientes, es decir una extensión del mercado de trabajo y no un "compartir".
  • "La verdad incómoda es que la economía compartida es un negocio de extracción de rentas del orden del intermediario más alto", escribió Izabella Kaminska en el Financial Times.
  • "De acuerdo a Forbes, la economía compartida crecerá en 2015 un 25 por ciento, con 3.5 billones de dólares estimados en ingresos entrando directo a los bolsillos de la gente, más los ingresos substanciales que reciben cada una de estas compañías por enlazar a compradores y vendedores." (El Financiero, 8/06/2015)

¿Cual es su aporte? Facilitar el "empleo fraccional", en el que las personas pueden sumar horas extras cuando lo necesiten. Pero en muchos países se enfrentan con sistemas legales que no permiten este tipo de trabajo, exigiendo licencias (como en el caso de los taxis), registro o declaración y pago de impuestos (En Nueva York, alquilar un piso por unos días por 300 dólares puede costar 30.000 de multa). Por cierto, es en parte el fruto del atraso de las regulaciones, que no se adaptan facilmente a nuevas formas de hacer negocio. Ante esta situación, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai, ha instado a los gobiernos a regular la economía colaborativa (Hotelsur, 17/09/2015).

Algo a medio camino entre el servicio y una forma de remuneración es lo que permite Carpooling, un mecanismo para «encontrar» gente con la que compartir el coche. Transporta a más de 1,3 millones de personas al mes en más de 40 países. Aquí se puede introducir un viaje y esperar a que otro usuario decida sumarse a la propuesta. Si cobra o no, es cosa del conductor.

Sin embargo existen algunos sitios que sí facilitan el real compartir a través del trueque, como los de alojamiento de turistas en que se asegura un real intercambio ("me recibes en tu casa y te recibiré en la mía"). Ésta ha sido la idea de Couch Surfing, una comunidad masiva de alquiler cuyo foco no estaba en el intercambio de dinero, sino en fomentar los vínculos entre las personas. También hay círculos de intercambio de libros o de ropa, etc.
  • "La economía colaborativa es un modelo construido sobre redes descentralizadas de personas conectadas, quienes crean, distribuyen y consumen valor pasando por alto las instituciones centralizadas tradicionales." (Rachel Botsman)

Otro campo que podría ser asimilado a la economía compartida (o, al menos, colectiva) y que funciona con bastante éxito es el del financiamiento colectivo de proyectos (crowdfunding o micromecenazgo), como Indiegogo y Kickstarter. Obviamente, tampoco es "sin fines de lucro", como se esperaría de una verdadera economía del compartir.

Referencias:
Botsman, R.: Lo que es mío es tuyo: el auge del consumo colaborativo, HarperBusiness, 2010.
CNN: "Cómo regular a Uber y Airbnb", CNN Expansión, 2/11/2015.
Otto, c.: "Los cinco errores que están condenando a Uber en España", Hipertextual, 18/06/2015.
Tupper, G.: "La economía compartida cambia las reglas del juego", El Mercurio, 21/02/2015.
Zafra, S.: "Economía compartida: el trueque como modelo de negocio", Maestros del Web, 4/11/2014.

2 de octubre de 2015

Las noticias digitales y sus interfaces



Desde que se popularizaron los teléfonos "inteligentes", los medios de prensa que estaban presentes en la web se empezaron a preguntar cual era la mejor forma de llegar a sus usuarios. Y llegó la orden del día "Mobile first". Como las páginas web -que imitan muchas veces las páginas impresas- se ven muy mal en los móviles, varios medios contrataron programadores (o servicios externos) para producir sus propias apps, viendo sus ventajas (principalmente un lector "capturado" desde su pantalla inicial) pero no sus inconvenientes.

Evan Ratliff y Jefferson Rabb, de The Atavist Magazine, acaban de publicar un texto relatando su experiencia en este campo. Su objetivo original era crear un "magazine" especialmente diseñado para tabletas y teléfonos. Y partieron creando una app móvil nativa. Después de cinco años y 51 historias publicadas y miles de otros editores publicando en su plataforma, han decidido abandonar las apps y publicar exclusivamente en web. ¿Por qué?
"De repente, las razones para crear una experiencia nativa empezaron a reducirse. No sólo había muy poco que podíamos hacer en una app nativa que no podíamos hacer en la web, pero las restricciones del entorno de app nativa hacen que sea casi imposible diseñar bien para ambos. Incluso con nuestro propio software para facilitar el proceso de «publicar en todas partes», nos vimos obligados a tomar decisiones de diseño subóptimos con el fin de garantizar que las historias parecieran tan perfectas en la app como en el escritorio y la web móvil. Esas diferencias necesitaban ser probadas en diferentes dispositivos y sistemas operativos, no importando lo bueno que nuestro software estuviera en empujar a múltiples ambientes con elegancia.
Al mismo tiempo, las complicaciones de negocios del mundo de las apps nativas para revistas digitales se hicieron cada vez más claras. The Atavist Magazine evitó el destino sombrío de otras publicaciones por permanecer fuera del cementerio del Apple Newsstand, donde las apps fueron desterrados a la oscuridad. (El problema era tan malo, de hecho, que Apple está retirando paulatinamente el Newsstand.) Sin embargo, en una época donde las historias se encuentran cada vez más y se comparten a través de las redes sociales, el descubrimiento en la tienda de apps era una pesadilla en sí-misma. [...]
Peor aún, a medida que empujamos el diseño más lejos en nuestras historias, estábamos constantemente enfrentando las limitaciones técnicas en el proceso de aprobación de las apps. Mientras que podíamos desarrollar, implementar, y en caso de necesidad reparar el nuevo código al instante en la web, cualquier cambio en nuestras apps requería re-presentarlas a la tienda de apps en cuestión. Para Apple, por lo general significaba una espera de dos semanas para su aprobación, a veces más si la aplicación entraba en conflicto con algunas oscuras reglas de Apple o Amazon, reglas a menudo nacidas de una disputa con otra plataforma gigante." (Ratliff y Rabb)
Matthew Mombrea, en IT World, concuerda en parte con Ratliff y Rabb. Aunque presenta argumentos a favor de las apps, que prefiere, se refiere a un entorno empresarial que no es el de los medios de comunicación, por lo que de su comparación podemos concluir que la alternativa web puede ser preferible para los medios. Reconoce que, en los últimos meses, se está abriendo camino en las empresas un movimiento de progresivo abandono de las apps para pasarse al HTML5. Concuerda en que las apps nativas implican crearlas, presentarlas, esperar su aprobación y administrarlas por separado en las diversas tiendas de aplicaciones, mientras que con HTML5 es posible beneficiarse del sistema "construir una vez, desplegar en todas partes". Y mejorar las apps no es trivial: se deben enfrentar limitaciones, inconsistencias y errores a medida que se hacen más complejan, y volver a realizar todo el proceso cada vez que se actualiza cada sistema operativo. A menos que la app sea muy básica, son frecuentes las quejas de los usuarios por inconsistencias, errores o mala gestión de memoria. Ésto es mucho más fácil con los navegadores móviles actuales, que han madurado y tienen un rendimiento excelente para la ejecución de JavaScript además de contar con características especialmente adaptadas a los móviles, como bases de datos web, acceso a la cámara, GPS, etc. "Tomar este enfoque ayuda a mantener las cosas consistentes y reducir la dependencia de otra plataforma o herramienta, aunque viene con sus propios desafíos." (IT World, 22/04/2015). 

Así, con el HTML5, ahora bien desarrollado y asumido por los navegadores, es posible diseñar contenidos que se adaptan automáticamente al aparato en que se reciben. Como señalan  también Ratliff y Rabb, ya son varios los medios que comenzaron a desplegar HTML5 para producir hermosos diseños y elementos interactivos: Pitchfork, The Verge, e incluso ESPN.com, además de su propio Atavist Magazine.

Utilizar la web tiene otra ventaja: la posibilidad de utilizar con profusión los enlaces (links), que se pueden seguir sin salir del navegador. Algo que Jeff Jarvis ha recalcado como esencial para el futuro del periodismo, llegando a decir que la prensa pasará a depender de la "economía de los enlaces": "En internet, el contenido sin enlaces no tiene valor, porque no tiene audiencia. El contenido gana valor a medida que gana enlaces." (p.186).

Otro aspecto ha de ser tomado en cuenta: las apps pueden llegar a ser molestas. Con las alertas enviadas a los móviles, llegan constantes elementos distractivos. Y lo peor es que, muchas veces, se refieren reiteradamente al mismo hecho, supuestamente como "puestas al día", como reclamó Julia Greenberg en Wired:
"El miércoles, por ejemplo, cuando los detalles del horrible tiroteo de Virginia fueron revelados, mi teléfono siguió parpadeando con cada nuevo desarrollo. Y aunque yo ya había leido la terrible noticia, continué recibiendo alertas todo el día. Me recordaban, y actualizaban, los detalles del ataque sin que yo hubiese tomado la decisión consciente de hacerlo. [...]
Son una forma, literalmente, de hacerle salir de lo que está haciendo para avisarle de algo que ni siquiera saben si necesita ser alertado de ello. «Es como tocar el lector en el hombro», dice el editor asistente de cabecera del New York Times, Clifford Levy."
Podría ser preocupante, sin embargo, la disminución del uso de la web móvil (-10% observado en los Estados Unidos) mientras crece el uso de apps (+10%) en los dos últimos años. Pero, a la vez, hay que tener en cuenta que estos usuarios pasan el 50% del tiempo en su app favorita (generalmente Facebook) y 78% del tiempo en solo 3 apps (Business Insider, 29/09/2015). Y si Facebook concentra esta cantidad de tiempo, el tiempo dedicado a las apps de noticias apenas está en torno al 2% (0,5 horas diarias en el caso de los jóvenes, según El Mercurio del 18/08/2015). El acceso desde las webs de los medios y desde redes sociales es muy superior a las notificaciones y alertas en el móvil según la encuesta "Digital News report" de 2015 (Reuters Institute, 11/07/2015). 

Ésto significa claramente que los medios han de desarrollar una estrategia en que las apps utilizadas son las de uso masivo (como Facebook). Henry Blodget ya dijo en 2012 en Business Insider (BI, 22/12/2012) que "Para algunos servicios, tales como noticias e información, la pantalla del PC o notebook sigue siendo, con mucho, la más dominante. Así que abandonar esa pantalla, o pasar al diseño de otra pantalla primero, simplemente no tiene sentido". La estrategia no debe ser "Mobile First", sino "Mobile Too", pero buscando la mejor manera de adaptarse con un mínimo de facilidad, donde la app nativa no parece la mejor solución (aunque Blodget lo pensaba así en 2012, como muchos otros editores).

Los editores deben sin duda pensar en la mejor manera de enviarnos las noticias pero "sin sobrecargar a los lectores en el mundo íntimo que es su teléfono", agrega Greenberg. Y es potencialmente peligroso. Si el receptor empieza a sentir esta sobrecarga, podrá anular su suscripción. Pero piense también en quien recibe una alerta mientras maneja su automóvil: ¡podría distraerse y causar un accidente!

Referencias:
Adams, P.: "The End Of Apps As We Know Them", Intercom, 15/06/2015.
Jarvis, J.: El fin de los medios de comunicación de masas, Barcelona, Gestión 2000, 2014.
Mombrea, M.: "Has the Native vs. HTML5 mobile debate changed?", IT World, 22/04/2015.
Greenberg, J.: "News Push Alerts Are Becoming the Norm, But Do We Want Them?", Wired, 28/08/2015.
Ratliff, E. & Rabb, J.: "Goodbye, Native Mobile Apps", Atavist Insider, 24/9/2015.