27 de diciembre de 2018

La inundación magnética

Hace un par de décadas se empezó a hablar del posible efecto nocivo de las ondas emitidas por las pantallas de los computadores. recuerdo que me fueron a ofrecer unos aparatos que, según decían, las anulaban. Antes se discutían los efectos de las líneas de alta tensión y, en muchos países, se prohibió construir casas debajo o cerca de ellas. Incluso algunos campesinos desistían de hacer pasar sus rebaños debajo de ellas.

En la última década ha crecido la preocupación por las ondas que conectan los teléfonos móviles y, más recientemente surgió una polémica acerca del efecto en el cerebro de pegar el teléfono a la oreja. El tema no está resuelto: falta un estudio a más largo plazo.

Pero, además, ahora ha entrado el WiFi en las casas. Investigadores franceses han descubierto que estas ondas, rebotando en las paredes pueden usarse como un ordenador analógico para realizar cálculos complejos, aunque se necesita instalar en las paredes superficies especiales ("metamateriales") para guiar el rebote y para eliminar el ruido inútil. (Tendencias21, 10/12/2018)

Por cierto, este "ruido" Wifi es enorme hoy día: vivimos "bañados" en sus ondas (en mi casa, detecto 8 redes Wifi cercanas). Y todo, poco a poco, pasa a ser inalámbrico: el mouse, el teclado del PC, la carga de las baterías, los equipos "inteligentes" de la Internet de las Cosas. 


El artista Nickolay Lamm, trabajando con un astrobiólogo y ex empleado del Centro Ames, de la NASA, mostró cómo se vería en un parque el wi-fi si pudiéramos verlo: "Una imagen congelada de esos pulsos [de Wifi] mostraría que los pulsos están a nueve centímetros uno de otro (como muestran las ondas de colores que viajan por el espacio en la imagen)."(Vice, 25/10/2013)



Luis Hernan, un estudiante del posgrado de Diseño Arquitectónico e Interactivo de la Universidad de Newcastle (GB) fotografió lo que lo rodeaba a través de un dispositivo que transforma la intensidad de las señales en colores, con tiempos de exposición que iban de 5 a 15 minutos. Este es el resultado (los tonos rojos reflejan la fortaleza de la señal, mientras que los azules revelan el área de mayor debilidad de la misma) (Taringa, 24/7/25014).

Aquí, cómo se expanden las ondas Wifi en un departamento a partir del router local, según el estudio de Jasm Cole (Arstechnica, 27/8/2014) (¡ agregue las ondas de los vecinos !):







El Dr. Martín Pall, profesor de Bioquímica en la Universidad de Washington, aconseja que hagamos el menor uso posible de estos dispositivos ya que estamos ante una tecnología aún muy nueva y podría estar detrás de muchas de las enfermedades de nuestra sociedad. Sin embargo, un equipo de doctores en Física de la Facultad de Medicina y la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha llevado a cabo un estudio, con 75 personas y 13 millones de datos, de las ondas en 14 bandas de frecuencia, FM, TETRA, TV, seis bandas de telefonía móvil, wifi, inalámbrico (DECT), etc., que concluyó que la influencia de estas ondas sobre la salud es tan insignificante como «una bombilla de 100 W a 1 km de distancia» (Xataka Ciencia, 21/1/2015). Pero no han considerado la suma de todas las ondas que nos llegan.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos  estudiaron el cerebro de niños que están más de siete horas al día ante una pantalla, observando un envejecimiento prematuro, pero los cambios se atribuyen al uso, sin referirse al magnetismo (Tendencias21, 12/12/2018).

Sin embargo, se estima que un cinco a diez por ciento de la población es electrosensible y se siguen culpando a las ondas electromagnéticas de diversas dolencias, quizás relacionadas en el caso de estas personas, aunque no existe aún evidencia científica. Como señalaba el Dr. Pall, la tecnología es demasiado nueva y harán falta estudios a más largo plazo.
Por las dudas, no conviene tener ni el smartphone ni el router Wifi en el dormitorio (y más vale apagar al menos este último de noche). (Crear Salud)

Una app llamada Architecture of Radio, permite a algunos smartphones con iOS o Android (US$ 2,99) obtener una visualización de 360 grados de ese mundo digital invisible utilizando la ubicación GPS. (BBC, 26/11/20159).




20 de diciembre de 2018

El costo ecológico de las comunicaciones digitales


Las comunicaciones digitales están cambiando la política y la economía. Pero un costo económico que poco se considera es el de la operación de esta tecnología, y menos aún su costo ecológico. Algo que la COP24 debería haber señalado.




El llamado de atención
De lo que más se ha hablado es del enorme gasto energético de la minería de criptomonedas. "Según informes recientes, el consumo eléctrico de la red Bitcoin alcanza 14,54 terawatts-horas (TWh) anuales, y se estima que la cantidad de energía necesaria para procesar una transacción en la red Bitcoin es de 163 kWh (kilovatio-hora), equivalente al consumo eléctrico de 5 días de un hogar estadounidense." (Coincrispy, 21/9/2017). En diciembre 2017, "la fiebre del Bitcoin ha desatado el consumo eléctrico de las poderosas computadoras utilizadas para “minar” bitcoins. Debido a esto, el consumo energético mundial en el último mes aumentó más del 30 por ciento." (Concienciaeco, 15/1/2018)

Pero podría ser aún peor: según la plataforma británica Power Compare (que compara los precios de la energía), el consumo anual de electricidad estimado de Bitcoin se sitúa en los 29,05 TWh, el equivalente al 0,13 por ciento de las necesidades globales de electricidad del mundo. Si Bitcoin fuese un país, se ubicaría en el puesto 61 de los consumidores a nivel mundial. En el último mes, se estima que el consumo de electricidad por minar Bitcoin ha aumentado un 29.98%. ¡Si sigue aumentando a este ritmo, la minería de Bitcoin consumirá toda la electricidad del mundo para febrero de 2020! (Conectica, 23/11/2017).

Las mayores "granjas" de equipos que minan criptomonedas se encuentran en China y en Siberia. ¡En algunos casos, el calor despedido es utilizado para calentar hogares! Así, los rusos Ilya Frolov y Dmitry Tolmachyov construyeron una casa de unos 76 metros cuadrados en Irkutsk, e instalaron dos sistemas para minar bitcoins. El calor de las unidades de procesamiento calienta un líquido que luego se bombea por cañerías en el suelo. Tienen la intención de construir alrededor de 2.000 “criptocalentadores” para el año 2020 (Coincrispy, 4/11/2017). Competirán con la compañía rusa Comino que también creó un dispositivo de minería de Ethers que funciona como calefactor (Coincrispy, 14/10/2017).

Internet
Pero también hay que preguntar cuanta energía requiere Internet para operar los millones de servidores que necesita (100 millones en 2014 según RenewIT) y todos los otros equipos y qué representa toda esta actividad en relación al calentamiento global. 
"En relación con las emisiones de GEI y a la afectación de la era digital en el cambio climático, el CEET y el prestigioso centro de investigación Bell Labs han calculado que el sector de las TIC e Internet produce 850 millones de toneladas de CO2 al año, cifra que se duplicará en 2020 (según uno de sus estudios). De las emisiones globales del sector de las TIC (año 2011), un 61% proviene del consumo final de nuestros dispositivos digitales y únicamente un 17% proviene de los citados data centers; aunque la previsión que hace el SMARTer 2020 Report es que este porcentaje llegue a un 23% el 2020." (Villagordo)
No todo es negativo sin embargo: “no se debe olvidar que Internet ayuda a mejorar la eficiencia de las industrias no digitales, que aún representan el 90% del consumo energético mundial” (Jon Koomey, citado por Villagordo) y, según el SMARTer 2020 Report, esta reducción significaría una reducción de emisiones de 7,8 Gt de CO2 que equivale a un 15% de las emisiones de sectores como el de la energía, la edificación, el transporte o el comercio (ibidem).

Los mayores consumidores son las granjas de servidores de grandes compañías como Google, Microsoft, Facebook, Amazon, etc. Las mayores granjas de servidores se encuentran en Tokio (130.000 m2), Chicago (102.000 m2), Dublín (51.000 m2), Gales (70.000 m2) y Miami (70.000 m2) (Villagordo).

No solo requieren electricidad para que funcionen los computadores sino tambien para refrigerarlos, por lo que muchas compañías han optado por tener instalaciones en los países nórdicos, para ahorrar en los sistemas de enfriamiento.

Microsoft, por su parte, empezó a instalar centros de cómputo bajo el mar, el Project Nautick. El primero, que tiene 12 racks con 864 servidores, ha sido instalado sobre una losa de roca en el fondo marino cerca de las Islas Orcadas de Escocia. Esta ubicación reduce su consumo de electricidad a apenas un cuarto de megavatio, utilizando energía 100% renovable de fuentes eólicas y solares de las Islas Orcadas (Xataka, 6/6/2018). De lo que nose habla es de la "colaboración" al recalentamiento de los océanos con el calor emitido.

Plataformas
Facebook, además de su instalación propia en Oregon, empleaba, en 2011, por lo menos nueve centros de datos de terceros en los EE.UU.. Requería en promedio hasta 6 megavatios para su funcionamiento, una cantidad que serviría para dar energía a más de 4.600 casas durante un mes.

Ese mismo año, Google tenía por lo menos 36 centros de datos en todo el mundo (la cantidad real es secreta). Tan sólo su centro de datos en Oregon emplea 103 megavatios, equivalente al gasto de 80 mil casas al mes. Pero desarrolló un algoritmo basado en aprendizaje de máquina que gestiona la refrigeración en varios de sus centros de datos de forma autónoma, logrando -en 2018- un ahorro de energía de alrededor del 40 %, dejando el gasto en refrigeración en 10 % del consumo total, Desde 2017 funciona 100% con energías renovables (Ecoinventos, 18/9/2018). El centro de datos de Google en Chile obtiene su energía de la planta fotovoltaica El Romero Solar, de propiedad de Acciona Chile (RevistaEI, 12/2/2018).

El centro de datos de Yahoo! de Lockport, Nueva York, utiliza el viento como una fuente natural de enfriamiento y electricidad que proviene de las cataratas de Niágara. Su centro de datos de Quincy es  impulsado en 100% por energía hidroeléctrica. (Datos de 2011 de Hipertextual, 20/4/2011).

Centros de datos

Hyperscale data centers 2017 (como Amazon, Apple, Facebook y Google)

Según AEM Sistemas, los Centros de Procesos de Datos consumen un 2% de la electricidad mundial, considerando Estados Unidos y Europa, y esta cantidad crece constantemente. La climatización que requiere un  centro de datos mediano (con 15 o 20 Racks) aunque consume "solo" entre 5 y 10 kW para sus máquina, puede consumir otros 200 kW para las fuentes de alimentación ininterrumpidas, la iluminación y otros equipos auxiliares (Aemsistemas, 10/2/2016).
"Un informe de 2016 del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de EE.UU. afirmaba que los centros de datos sólo en EE.UU. consumieron alrededor de 70 mil millones de kilovatios-hora en 2014, casi el 1.8 % del total de consumo de todo el país." (Ecoinventos, 18/9/2018).

"En un data center, aproximadamente el 50% de la energía se invierte en la carga de los sistemas informáticos. La otra mitad va a la infraestructura física del data center, que incluye equipos, sistemas de enfriamiento e iluminación. Toda la energía consumida por el data center termina desperdiciada como calor que se lanza a la atmósfera de forma continua." (Certificadodeeficienciaenergetica.com, 26/7/2017)
"Se estima que un centro de datos grande puede consumir hasta 40 mil millones de kW/h anuales de energía, aproximadamente el consumo que genera una ciudad de 30.000 habitantes." (Boletín.com.mx, 14/9/2018)
Lamentablemente, "hoy en día la mayor parte consumen electricidad generada en plantas de carbón y centrales nucleares; por ejemplo, el 55,1% de la energía utilizada por Apple para sus servidores proviene del carbón, un 49,7% en el caso de IBM y un 39,4% en el caso de Facebook" (Villagordo).

Tanto los Estados Unidos han tomado medidas estableciendo normativas y programas de ayuda para desarrolar mejores prácticas, pero aún faltan más normas obligatorias (Aemsistemas, 10/2/2016).

Otros equipos (y nuestro uso)
No olvidemos que las antenas de móvil y los dispositivos necesarios para acceder a Internet (PC, smartphones, routers, etc, repetidores de redes, etc.) tamién consumen grandes cantidades de electricidad y representan juntos 53% del consumo total correspondiente a internet y 8 a 10% del consumo energético mundial, según Clicking Clean, pudiendo llegar a 15% en 2025 según el Centre for Energy-Efficient Telecommunications (CEET) (Villagordo). 

Consumo de componentes de internet: 

Proyección de incremento total: 

Todo lo que hacemos implica un gasto de energía, la emisión de calor y -dependiendo de los centros de datos - emisión de CO2. "El funcionamiento de nuestros dispositivos digitales, principalmen­te los teléfonos móviles y los tablets, representan el 20% de las emisiones directas asociadas a estos gadgets." El envío de un email implica la emisión de 4g/CO2, y de 50g/CO2 en el caso de contar con un adjun­to pesado. Y lo peor es que los spams que se generan emiten 28,5 millones de toneladas de CO2, además de un total de 104.000 millones de horas para borrarlos (Villagordo). 

¿Y cuanta energía y emisiones de CO2 está asociadas a la fabricación de los equipos y a su transporte? "El ciclo de vida de un móvil, incluyendo los costes ecológicos de la producción, transporte, residuos, etc., y suponiendo una durabilidad de entre 3 y 5 años, -aunque en realidad se reponen antes-, genera el equivalente a 23,5 kg de CO2." Una fábrica de Beijing que emplea a más de 10.000 personas tenía unas emisiones de unas 21.500 toneladas de CO2 en 2010 (Terra, 2010) [No encontramos datos más recientes.]

Otro efecto ambiental es el problema del reciclaje de los equipos dados de baja. En 2010, se calculaba que cada europeo producía entre 17 y 20 kg de resíduos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Recordemos que estos equipos contienen plomo, mercurio, cadmio, arsénico, cromo hexavalente y retardadores de llama bromados (BFR) PBB y PBDE, todos tóxicos. ¡Una tonelada de teléfonos móviles genera unas 211 toneladas de estos residuos considerando la extracción, el procesado de los materiales que lo componen, la manufactura, el ensamblaje y el producto final! (Terra, 2010)

El llamado de Green Peace: "Tech companies are regularly pumping out a new ‘must have’, creating a cycle of waste where billions of electronics are produced, sold, and thrown away. We need to change how we produce and consume to limit the damage we do to the Earth’s resources." 

Electronic waste:


Referencias:
Greenpeace International (2009): Switching on to Green Electronics.
Villagordo, A. (2017): El impacto ambiental de la nube, Opcions.org 10/10/2017.

13 de diciembre de 2018

La extraña economía de la información

En los dos posts pasados abordé los temas del e-comercio y de la publicidad en internet. Son parte de la "economías digital". Otro sector es el de la información que, como señala Jaron Lanier ("Who owns the future?") se comporta de una manera extraña.

La primera observación es que todos quieren obtener la información gratis: los lectores de la prensa, los usuarios de las redes sociales, las plataformas, las empresas.

En el caso de la prensa, las consecuencias han sido catastróficas para algunos y han puesto a la mayoría en una situación económica compleja. Algunos diarios logran mantenerse con muros de pago, gracias a la alta calidad de sus contenidos.

En el mundo de la investigación científica también aparece un trato económico escandaloso: las revistas de renombre no solo exigen un pago por leer los artículos, también hay editores que exigen de las bibliotecas universitarias la adquisición de paquetes de revistas. Pero, además, los autores deben pagar altas tarifas por publicar en dichas revistas. Es el negocio mas rentable del mundo, asevera la revista New Scientist: "Science journals are laughing all the way to the bank, locking the results of publicly funded research behind exorbitant paywalls." (21/11/2018). "Es un negocio redondo para las editoriales y ruinoso para las instituciones públicas, que terminan pagando dos veces: una en forma de fondos de financiación y otra en suscripciones para acceder a los resultados de las investigaciones que ellas mismas han financiado." (Xataka, 15/10/2018)

El matemático, medalla Fields, Timothy Gowers, de la Universidad de Cambridge, ha reunido en 2018 más de 17.200 científicos a través de su blog “The Cost of Knowledge”, para protestar contra las altas tarifas aplicadas por grupos editoriales como Elsevier, que controla unas 200 revistas científicas. Un grupo llamado cOAlition S, que exige que todas las investigaciones financiadas con fondos públicos estén disponibles gratuitamente, creado este año, no ha tenido el éxito esperado: “Only a minority of Europe’s 43 research funding bodies have signed up, and hoped-for participation from the US has failed to materialise.” (New Scientist, 21/11/2018)

Esta situación ha llevado a la creación de un sitio web, Sci-hub (http://sci-hub.cc/), que opera de modo similar a The Pirate Bay, poniendo a disposición de cualquiera de forma gratuita artículos de pago de las grandes revistas.

Felizmente se pueden encontrar más de 15.900 revistas científicas de acceso abierto en bases de datos como J4F (Journals Four Free), Open Access Library y otras. Y las mayoría de las revistas académicas en español del área de las comunicaciones son gratuitas.

Lanier pregunta quién es en realidad la fuente de la información La gente común, en la gran mayoría de los casos. y la proporciona sin retribución alguna, mientras quienes la recolectan la utilizan y la venden. "People are treated as small elements in a bigger information machine, when in fact people are the only sources or destinations of information, or indeed of any meaning to the machine at all." (p.4) Las más grandes fortunas actuales han sido construidas de esta manera. Pero este tipo de situación no puede perdurar. 
"In the long term, this way of using network technology is not even good for the richest and most powerful players, because their ultimate source of wealth can only be a growing economy. Pretending that data came from the heavens instead of from people can't help but eventually shrink the overall economy.
The more advanced technology becomes, the more all activity becomes mediated by information tools. Therefore, as our economy turns more fully into an information economy, it will only grow if more information is monetized, instead of less. That's not what we're doing."
(p.11)

En relación a los emisores, estamos ante una economía en que "el ganador se lleva todo", agrega Lanier (p.13-16): las plataformas son las que se enriquecen y son las más valoradas por los accionistas (El gráfico muestra como avanza un ganador como Netflix).

Lo justo sería pagar a las fuentes por lo que entregan y cobrar de acuerdo al uso, lo que se aleja notablemente del modelo actual, el cual no podrá sobrevivir, según Lanier. Así la curva de distribución de los beneficios sería una curva normal (en forma de campana) y no la exponencial que estamos sufriendo y que amplifica los riesgos.

6 de diciembre de 2018

Publicidad digital

En el mundo digital actual, la publicidad en línea es la mejor manera para que las marcas de todo tipo se conecten con las audiencias a las que desean llegar. En internet, las empresas con un mercado intermedio no pueden sobrevivir sin proyectar una imagen atractiva, para lo cual la publicidad es indispensable tanto como su sitio web y su presencia en las principales plataformas como Google, Facebook e Instagram, que controlan casi en su totalidad los anuncios digitales y son las principales beneficiadas (UNESCO, p.13).
"The online advertising industry isn’t just booming. It’s perhaps never been more powerful – or important – than it is right now, according to a recent Forrester study. [...] On the one hand, online advertisers can rely on huge volumes of data to make smarter and more informed decisions about what is or isn’t working for them. This gives advertisers a chance to reach out and make real, organic connections with their audience in faster and more efficient ways than print alone could ever offer."(SearchEngine Journal, 12/09/2018)
Los servicios de análisis de “big data” son muy útiles en materia de marketing y publicidad. Pero Mike Mallazo nos advierte de que esta búsqueda de información sobre los consumidores podría ser en realidad algo fútil por cuanto los análisis realizados por las empresas que aseguran recolectar todos los datos personales llevan, muchas veces, a grandes equivocaciones, como ya han detectado varios de sus clientes. Las grandes inversiones que algunas empresas hacen contratando estos servicios podrían ser en realidad dinero perdido, un simple análisis directo de los datos de los clientes pudiendo ser mucho más simple, económico y exacto.

La publicidad digital es, lamentable pero necesariamente, un importante motor – financiero – para los medios de comunicación y de entretención. “Internet advertising continues to be a major growth driver of media and entertainment revenue, and will, in fact, overtake the combined total of TV and print media advertising in 2018.” (van Eeden and Chow).

Tener una presencia atractiva en el sitio web propio es indispensable pero no es fácil: “En un experimento basado en datos facilitados por 574 participantes, Andrew Flanagin y Miriam Metzger comprobaron que la estimación de la credibilidad parece estar relacionada principalmente con las cualidades del sitio web, como por ejemplo, las características de diseño y la complejidad del sitio.” (OSF Journalism, en Medium, 21/09/2018).

Pero si esta forma de difusión sigue siendo necesaria, las redes sociales y plataformas genéricas se han transformado en medios privilegiados, permitiendo llegar a grupos específicos de destinatarios. Internet recompensa a los negocios de nicho que tienen una gran diferenciación dice Ben Thompson (citado por Z. Nethercutt). “Now, through Google and Facebook, niche businesses can target specific individuals whose data determines that they are prime candidates for said niche product or service.” (Nethercutt). ¿Qué plataformas influencian más? Instagram (51%), seguido de Facebook y Pinterest. En Instagram, un tercio de las historias (“stories”) más vistas son de marcas y 29% de las fotos y videos son de negocios, según datos del propio Instagram (Clases de Periodismo,  26/09/2018).
“Un sector que no existía hace unos años —la publicidad en las redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube— está captando una parte importante y cada vez mayor del dinero para publicidad que antes iba destinado solo a medios tradicionales como la televisión, la radio, los periódicos y las revistas. El marketing especializado – es decir, dirigido a los aficionados al fútbol, los que hablan ruso, los entusiastas de los videojuegos, los cultivadores de trigo, los vegetarianos, etcétera – resulta asequible, con unos precios que no tienen por qué asustar a los recién llegados. Y una página web bien diseñada puede llamar la atención de los internautas sobre el nombre y los productos de una empresa de la que nunca habían oído hablar, cuya sede está al otro lado del mundo.” (Naim: 266)
Facebook es el que saca más dinero por usuario, gracias a su política comercial. No vende directamente nuestros datos a terceros, pero va detectando nuestros gustos e intereses y crea un perfil sobre cada uno de nosotros. Luego vende espacios de nuestro feed a las empresas que busquen gente como nosotros (Xataka).

Sin embargo, Alphabet (Google) es la mayor agencia publicitaria del mundo, gracias – sobre todo – a su sistema AdWords, de inserción de avisos mediante un sistema de puja por las posiciones más altas en Gmail, YouTube, Maps, Search, etc., y AdSense que hace lo mismo en páginas web.

Twitter también se financia por medio de inserciones en el timeline de cada usuario, basándose en la segmentación de los usuarios. "Esta vía de monetización es la principal para Twitter: en 2017 supuso el 86% de sus ingresos." (Xataka, 4/10/2018)

Por más que los publicistas inventen argumentos motivadores, alguien solo decidirá una compra si espera que con ella se sentirá mejor, lo cual explica el componente emocional de muchos mensajes nos recuerda Schafer.

Frente a la publicidad tradicional que es intrusiva (interrumpe una transmisión u ocupa un espacio que reduce el del mensaje principal) se adopta crecientemente el modelo de “branded content” o “publicidad nativa”. La publicidad nativa es una hibridación, combinación de un contenido típico común del medio con un mensaje comercial que sirve los intereses de una marca. Vuelve así a un modelo de difusión que fue propio de las primeras épocas de la radio y la televisión. (Rodríguez: 204) 

Este tipo de posicionamiento puede ser apabullante: hemos visto cómo se multiplican artículos en una lista de RSS, resultado, sin duda, de la invitación del periodista a un evento de Amazon. Esto ocurrió porque Amazon, durante el evento que tuvo lugar en Seattle en septiembre de 2018, presentó 13 dispositivos diferentes, en su mayoría vinculados a su sistema de consulta oral Alexa, que trata de volver más inteligente. “Fue realmente abrumador intentar seguir el ritmo de los anuncios”, dijo una periodista, que habló de todos en una misma nota. (Digital Trends, 20/09/2018). Pero otros hicieron notas separadas por cada uno. ¿Un “placement” pagado? 

El “branded content” también aparece en las redes sociales y, lamentablemente, un tercio de los usuarios de las redes sociales no identifica la publicidad nativa mostrada en plataformas como Facebook o Twitter, según un estudio publicado por la Comisión Europea en octubre 2018. La comisaria europea de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, considera que algunas de las técnicas utilizadas son desleales y manipuladoras. (El Mundo, 2/10/2018).

La publicidad en los medios digitales, especialmente las redes sociales, es un fenómeno preocupante, que indigna a muchos usuarios debido al registro de datos personales, al mecanismo financiero que conlleva y a que – según algunos – es incluso responsable (¿en parte?) de incentivar las noticias falsas:
“This is creepy enough in and of itself: it leads directly to user tracking, browser fingerprinting, ad retargeting, clickbait farms like Outbrain / Taboola, ads that crash mobile browsers or obscure the content you actually wanted to see, autoplay interstitials which make TV commercials seem inobtrusive, etcetera. But it’s catastrophic for social media, because it incentivizes ever more engagement, which in turn incentivizes outrage generation, fake news, demonization of “the other side” whoever that may be, etc. — because those things lead to greater engagement, which lead to more advertising income. No matter what social media executives may say, the black hole of more money, higher profits, hitting their targets, and getting their bonuses will keep tugging at them, inexorably, so long as their business model is driven by advertising.” (Techcrunch, 7/10/2018)

Referencias
Mallazo, M. (2018): The Shameful State of Online Advertising, Medium, 11/09/2018.
Naim, M. (2013): El fin del poder, Barcelona, Random House Mondadori.
Nethercutt, Z. (2018): The Death of Advertising and what will rise from its ashes, Medium, 7/01/2018
Schafer, C. (2018): The psychology of selling, Medium, 2/07/2018.
UNESCO (2018): “Tendencias mundiales en libertad de expresión y desarrollo de los medios”, Resumen ejecutivo, Unesco,
van Eeden, E. and Chow, W. (2018): Perspectives from the Global Entertainment & Media Outlook 2018–2022, PWC;  Outlook segment findings
Extractos de un libro en preparación sobre
"Los contenidos de las comunicaciones digitales"