12 de julio de 2018

¿Una filosofía revolucionaria detrás del blockchain?

Es lo que piensa Michael K. Spencer, Editor de FutureSin. Pero, antes de citar una parte de su discurso, aclaremos algunos puntos.

Aunque se habla de forma general de "blockchain" o cadena de bloques, lo que interesa y lo que evoluciona es la "tecnología de contabilidad distribuida" o DLT (Distributed ledger technology), su nombre más técnico pero el cual, aún, presta a confusión porque -en último término- su aplicación no se limita a la contabilidad. Se trata esencialmente de una nueva forma de conservar y asegurar la fiabilidad de todo tipo de datos. Y esto se obtiene, básicamente, de dos formas: mediante encriptación y distribución descentralizada. Esto ha permitido que el sistema de cadenas de bloques públicas pueda ser confiable aunque no se tenga confianza en los actores o incluso que se desconozcan (ya que se mantiene generalmente cierto grado de anonimato) -de ahí que se habla de sistemas "sin confianza", introduciendo otra posible confusión para los no expertos. 
¿Cuál es la característica que ha llamado la atención y llevado a una reflexión de tipo filosófico-político? Esencialmente la descentralización, asociada por cierto a la seguridad de este tipo de sistema. Ya se había mencionado que el blockchain permitiría deshacerse del dominio casi monopólico de las plataformas como Facebook, que se adueñan de nuestros datos. Y también se ha recalcado infinitas veces el beneficio de poder prescindir de intermediarios en todo tipo de operación. Y, poco a poco, se están mostrando los beneficios posibles en el gobierno de los países. Pero se puede ir mucho más lejos, como sugiere Michael Spencer, introduciendo una visión -quizás algo utópica- sobre la cual conviene reflexionar. Traduzco aquí algunas líneas de lo que publicó:
"El blockchain es un mecanismo de cómo podemos mejorar la confianza, la democracia y la colaboración. [...] Aquellos que sinceramente creen en la descentralización, imaginan un mundo mejor. Donde constructos como el capitalismo, el dinero y la democracia necesitan un nuevo código, software nuevo, contratos inteligentes actualizados, mejor inteligencia artificial y una voluntad más unida, planetaria e imbuida de responsabilidad social empresarial, igualdad de oportunidades y prosperidad compartida con todos. [...]
La descentralización cuando se realiza, es la internet de la libertad. Es la conexión como servicio. No está diseñada para explotar datos, obtener beneficios económicos ni nada por el estilo. No estamos hablando de religión blockchain aquí, estamos hablando de cómo la tecnología debería empoderar a las personas.[...]
El futuro de la descentralización es la forma en que la especie aprende a superar su materialismo, el individualismo disfuncional, su adicción al estatus, la posesión, el poder y el control.[...]
El futuro de la descentralización no se trata de una cadena de bloques o una internet, sino del futuro de todos los blockchains, todos los internets, todos los ciudadanos.[...]
No es solo el software de descentralización, es el cambio de los valores humanos hacia una nueva forma de pensar los intercambios, la energía y el futuro compartido de la humanidad. Es una dura bifurcación hacia un tecno-socialismo donde lo que concebimos de las elites económicas o incluso del gobierno ya no es necesario. Es una mente colmena radical de puro consenso. Es el tipo de descentralización que solo es posible con una IA más inteligente y una interfaz neutral, y una iteración diferente de Internet, todo junto." (Michael K. Spencer, Editor de FutureSin, "The Future of Decentralization", Medium, 19/06/2018)

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