13 de enero de 2017

El desafío de la evolución digital

Hace poco publiqué "Sistémica de los medios de comunicación" donde, entre otras cosas, buscaba la esencia de los medios que permitiera considerar su permanencia en el tiempo, a través de múltiples mutaciones, y -así- prepararse para las mutaciones futuras. Hace unos días, descubrí el libro de Kevin Kelly, "The inevitable", que intenta predecir el futuro de los medios en los próximos 30 años a partir de sus tendencias permanentes. 

Como dice Kelly, hay leyes de la física y de la matemática que hacen que la tecnología evolucione de cierta manera y no de otra. Pera no determinan en detalle lo que ocurre con ella o los productos finales que genera. Así, una red de redes como internet era inevitable, pero no lo era la forma que tomó. La telefonía de larga distancia era inevitable, pero no el iPhone. (Kelly, p.3)
"Las copias masivas están aquí para quedarse. El seguimiento y la vigilancia también. La propiedad está en retirada. No podemos detener la inteligencia artificial ni los robots. Podemos y deberíamos regular servicios de taxi como Uber, por ejemplo, pero no podemos ni deberíamos intentar prohibir la inevitable descentralización de los servicios." (p.5)
"Nuestro mayor invento de los últimos 200 años no ha sido un gadget determinado, sino el proceso científico mismo. Una vez inventado el método científico, pudimos de inmediato crear miles de otras cosas extraordinarias que no habríamos podido descubrir de otra forma." (p.6)
En nuestra era, los procesos son más importaantes que los productos. 
"En el reino digital intangible, nada es estático o fijo. Todo está en devenir." (p.7)
No se puede predecir la aparición de un nuevo producto. Pero está clara la trayectoria del desarrollo tecnológico de los próximos 30 años: la dirige los siguientes verbos: "devenir, conocer, fluir, ver en pantalla (screening), acceder, compartir (sharing), filtrar, mezclar, interactuar, perseguir (tracking), questionar... y, de nuevo, comenzar", todos combinados unos con otros (p.8).

La obsolescencia es parte de la vida, pero nos afecta mucho más porque nos alcanza todos los días con los cambios en el mundo digital y en nuestros equipos. Y esto es penoso: "No podemos expandirnos sin hacer hoyos en nuestro corazón", dice Kelly (p.12). ¡Debemos acostumbrarnos a ser permanentemente novatos!

Referencia: Kelly, K.: The inevitable - Understanding the 12 technological forces that will shape our future; Penguin Random House, 2016.

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