17 de mayo de 2018

Cómo surgieron las tecnologías de comunicación

Steven Johnson agrupó los principales inventos de la historia desde el año 1.400 en cuatro categorías, producto de la combinación de dos características: si el invento es un producto individual o colaborativo ("en red") y si fue comercializado ("mercantil", basado en patente) o libremente distribuido ("no-mercantil") ["Where good ideas come from",pp.224ss.]. 


Como bien señala, los inventos individuales comercializados son extremadamete escasos. En el campo de las comunicaciones, solo encontramos la prensa de Gutenberg. Y fuera de mercado, abierta a todos, solo encontramos el modelo de la World Wide Web, que debemos a Tim Berners-Lee. Ambos, evidentemente, contaron con la existencia previa de algo que los inspiró (Gutenberg con la prensa para producir vino y Berners-Lee con internet y la idea del hipertexto), pero esto no es suficiente para hablar de invento colectivo o de colaboración.

Por el contrario, numerosos inventos se encuentran en la columna de los inventos grupales. "Por cada Alfred Nobel, inventando la dinamita en secreto en los suburbios de Estocolmo, hay media docena de invenciones colectivas como el tubo de vacío o la televisión, cuya existencia dependía de múltiples empresas impulsadas por el afán de lucro que lograron crear un nuevo producto significativo." (p.231)

Johnson muestra que el cuarto cuadrante (colectivo no-mercantil) es el más "poblado" en materia de avances científicos. Pero, como vemos aquí, la tecnologías de comunicación se concentran más en el cuadrante "colectivo-mercantil"). ¿Porqué? Esto es lo que nos dice Johnson:
"La promesa de un inmenso pago alienta a las personas a presentar innovaciones útiles, pero al mismo tiempo obliga a las personas a proteger esas innovaciones. Los economistas definen los "mercados eficientes" como mercados donde la información se distribuye de manera uniforme entre todos los compradores y vendedores en el espacio. Por lo general, se considera que la eficiencia es un objetivo universal para cualquier economía, a menos que la economía transmita ideas. Si las ideas se liberaran por completo, los empresarios no podrían beneficiarse de sus innovaciones, porque sus competidores las adoptarían de inmediato. Y en lo que respecta a la innovación, hemos creado deliberadamente mercados ineficientes: entornos que protegen los derechos de autor y patentes y secretos comerciales y otras mil barreras que hemos erigido para mantener las ideas prometedoras fuera de la mente de los demás." (p.232)
El PC se comercializó y difundió con éxito gracias a que IBM permitió que su modelo inicial fuese copiada por muchos otros fabricantes, pero aún así necesitaban una licencia de Microsoft (el sistema operativo Windows) que era patentado. ¿Pero qué hizo realmente exitoso el PC? ¡La interfaz gráfica, que fue producto de un trabajo no patentado de múltiples actores! ¿Y qué hizo exitosa la difusión de los smartphones? El sistema operativo Android, un derivado del sistema operativo libre Linux, creado por Linus Torvald sobre la base del Unix de los grandes computadores, es decir un producto de factura individual no-mercantil pero basado en otras contribuciones, algo típico del último cuadrante cuando se trata de software: hay numerosas aplicaciones libres ("Open Source"), que compiten con las "apps" de pago, las cuales se ubican en el el cuadrante superior derecho. Las barreras que señala Johnson se mantienen, en aras de la "eficiencia de la economía" y son la base de las grandes "plataformas". A pesar de lo cual, es en el tercero y el cuarto cuadrante que se han de esperar lo inventos más disruptivos: los entornos cerrados, como los de las grandes empresas, no les son favorables, aunque algunas -como Google y Apple- lo han entendido y destinan un importante espacio a la "libertad para crear". En todo caso, el invento disruptivo que sacude actualmente la red y muchas empresas es propio del cuadrante "individual-no-mercantil": es el blockchain, aunque su evolución también se está dando en el último cuadrante.

Por cierto, muchos otros factores pueden haber influido, lo más relevante siendo el contexto histórico y técnico, así como el interés de los inventores por explorar otros ámbitos, como bien explica Johnson a todo lo largo de su libro.

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