Dos noticias de especial importancia han surgido esta semana: el respaldo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) al llamado ‘derecho al olvido’, por el que los ciudadanos podrán borrar sus datos personales y su ‘rastro’ de la Red y la decisión de la FCC de aprobar un plan que permitiría a compañías pagar por priorizar datos.
El olvido
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció el martes que Google tiene la obligación de revisar, caso por caso, las solicitudes de borrado de información que le hagan llegar los usuarios.
Con el fallo dictaminó que los buscadores en Internet son responsables de los datos personales incluidos en las webs que distribuyen.
Esta decisión del Tribunal ha generado mucha polémica. Por una parte, están quienes se alegran por el fallo y han comenzado a pedir al buscador que retire de sus resultados algunas de las informaciones polémicas que aparecen en las búsquedas. También están quienes han encontrado en este caso un peligroso antecedente para el ejercicio de la libertad de opinión y expresión. Y es que en el tema del derecho al olvido convergen la protección de datos personales, su impacto en la privacidad de los usuarios de Internet y la libertad de expresión en línea. Hay muy buenos argumentos a favor de cada tema, pero resulta difícil inclinarse por privilegiar uno u otro. Pero quizás en problema inmediato más relevante es que la decisión habilita a cualquier motor de búsqueda a resolver sobre las peticiones de personas que deseen ser "borradas". ¿Con que criterio decidirán si una petición es válida o no? Ésto también va en contra de la política generalmente defendida de que los intermediarios (ISP, motores de búsqueda, etc.) no deberían tener jamás el poder de decidir sobre los contenidos. (Leer más)
Neutralidad o "doble velocidad"
La Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) de Estados Unidos aprobó un plan para permitir que los ISP otorguen un ancho de banda mayor a las compañías emisoras que deseen pagar por ello. De este modo surgiría una Internet con "dos velocidades". De llegar a ser implementada esta regulación, firmas como Netflix o Amazon podrían pagar cuotas para garantizar un servicio de streaming sin fallos de descarga, en detrimento de otras empresas más pequeñas.
Aunque la FCC promete implementar mecanismos para evitar una discriminación de aquellos que no puedan pagar por el ancho de banda no se ve cómo se aplicarían.
El presidente de la FCC, Tom Wheeler, negó que la propuesta aprobada beneficie a determinadas empresas y aseguró que "la velocidad y la calidad de la conexión que los usuarios pagan no se debe ver afectada". La norma "será un desastre para las empresas emergentes y los usuarios cotidianos que no pueden permitirse estos peajes innecesarios", afirmó Craig Aaron, presidente del grupo Free Press.
No se trata de una norma definitiva sino de una propuesta y la autoridad recibirá hasta julio comentarios sobre ella propuesta para luego tomar una decisión definitiva. Se visualiza una una intensa batalla entre algunas empresas tecnológicas y los defensores del consumidor. La Casa Blanca emitió un comunicado el jueves (15) en el que afirma que el presidente Obama mantiene su defensa de la neutralidad en Internet. (Ver detalles en El Mundo)
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