26 de abril de 2018

La era de los "silenciosos"

Quienes nacimos antes de 1945 (antes de los "babyboomers") hemos sido llamados "los silenciosos". ¿Será que pretenden obligarnos a quedarnos callados o creen que ya no tenemos nada que decir? ¿O que nos creen absolutamente pasmados ante los cambios que hemos visto (vividos y, a veces, sufrido) en nuestra vida?

Nacimos antes de la bomba atómica, de las tarjetas de débito o crédito, del rayo láser, de las fotocopiadoras, del plástico, de las grabadoras magnéticas y de tantos otros aparatos.

Un grabador era una persona que realizaba grabados (generalmente en madera o metal). El "fast-food" era, para los ingleses un menú cuaresmal, y el big-mac un gran abrigo para la lluvia. No sabíamos que podía ser un "supermercado". Uno iba a comprar a la tienda de la esquina o de la plaza y había "mercado" en la plaza en las mañanas.

Uno se ponía "ropa de domingo" para ir a misa (y guardaba ayuno desde la media noche si quería comulgar). Después, leía las noticias en el diario (en papel) o las escuchaba en la radio (aunque no hubo radio en mi casa hasta 1952: antes, mi padre iba a escuchar las noticias donde un vecino). No hubo televisor (en blanco y negro) en mi casa hasta que fui estudiante universitario. 

No hemos oído hablar de modulación de frecuencia, de corazón artificial, de transplante ni de máquina de escribir electrónica antes de salir de educación media o incluso de la universidad. Los satélites eran todos naturales, hasta que Rusia lanzó el Sputnik, mientras yo estaba en el colegio, y el hombre llegó a la Luna mientras estaba por terminar la universidad. Hemos seguido la "carrera especial" (¿Algún joven de hoy sabe qué fue esto?). 

Un chip era un pedacito de madera y no algo electrónico. Las parábolas estaban en la Biblia y no en los techos. Nadie habría imaginado que uno podría tener un teléfono en el bolsillo (¿para qué podría querer algo así?) y un "teléfono celular" quizás fuese un teléfono instalado en la cárcel.

Hasta los años 90, para escribir una tesis, había que pasar mucho tiempo en bibliotecas y tomar notas a mano. Después, tuvimos Google y todas las fuentes "a pedir de clicks".

Hemos visto nacer los "computadores personales" (después de los gigantescos "mainframe" que hacían mucho menos que nuestros celulares de hoy), las telecomunicaciones, internet, la World Wide Web, las redes sociales (esto era solo la lista de contactos personales con los que uno se juntaba de vez en cuando, cara-a-cara). Las nubes solo estaban en el cielo. Una cadena de bloques era un elemento arquitectural.

(Gracias a un amigo ingeniero belga, por recordarme lo así vivido.)

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