25 de octubre de 2018

¿Elecciones seguras con blockchain?

Actualmente, se está introduciendo la tecnología blockchain en los procesos electorales en diferentes ciudades de todo el mundo. La ciudad suiza de Zug, también conocida como "Crypto Valley", completó con éxito su primera elección basada en blockchain en julio de 2018. La ciudad japonesa de Tsukuba la ha probado en agosto para que sus residentes seleccionen programas sociales, eligiendo cuál de las 13 iniciativas propuestas les gustaría apoyar. (Cointelegraph, 3/09/2018). El estado de West Virginia (EEUU) también introdujo un programa piloto de una aplicación móvil de votación para ciudadanos en el extranjero  para las elecciones generales de noviembre 2018. (Miami herald, 21/09/2018).

Existen ya varias empresas que oferecen sistemas de votación basados en blockchain, como es el caso de Votem, Voatz y Smartmatic, que han atraido la atención de los partidos políticos de EE.UU. y los gobiernos de Brasil y Suiza. (Scientific American, 16/08/2018)
"Ni los criptógrafos ni los expertos electorales están impresionados con el potencial de las blockchains para mejorar la integridad de las elecciones. La votación en cadena de bloques requeriría más que simplemente reemplazar las transacciones de Bitcoin por votos. El modo de operar de las criptomonedas no valdrá para elecciones gubernamentales, donde las autoridades estatales y locales administran las listas de votantes. Tampoco la mayoría de los gobiernos toleraría la posibilidad de que se desautorizara a un votante si su llave de votación digital es tragada por un disco duro dañado o robada por un ladrón para emitir un voto fraudulento. Esta es la razón por la cual la mayoría de los proveedores de elecciones en blockchain centralizan parcialmente la administración de las identidades de los votantes. Sus sistemas están diseñados para consultar a un consorcio de varias bases de datos de identidad diferentes, tales como identificaciones emitidas por el gobierno y huellas dactilares recolectadas durante el registro para unir al votante con un nombre de las listas de votantes del gobierno. El quórum de estas autoridades de identidad también puede revocar claves de votación perdidas o robadas. Del mismo modo, las empresas centralizan parcialmente el proceso de validación para protegerse de influencias maliciosas: en lugar de permitir que alguien se convierta en validador, el gobierno o partido que organiza la elección designa un consorcio de universidades, u organizaciones no gubernamentales cuyo consenso determina qué forma parte del blockchain. Pero recurrir a un consorcio también elimina los supuestos beneficios de seguridad de la cadena de bloques. Tener las identidades de los votantes dispensadas y revocadas por las autoridades centrales pone a los votantes a merced de unos pocos administradores que pueden decidir qué votos cuentan. Mientras tanto, el papel de los validadores se reduce a la auditoría de votos fraudulentos, lo que se puede lograr de manera mucho más simple." (Scientific American, 16/08/2018)
Otros expertos recuerdan las debilidades de la red: son posibles ataques intencionales y dirigidos contra el tráfico, que podrían causar grandes interrupciones y pérdidas de datos. ¡Los piratas siempre están buscando nuevos objetivos y nuevas formas de sembrar discordia! Y la cadena de bloques no hace mágicamente que el teléfono o la computadora de un votante sean seguros: podría estar infectada por un malware que cambie el voto antes de su envío. Con el voto móvil, también se hace muy fácil la compra de votos, no solo votando ante la presencia de un observador pero el software puede también demostrar matemáticamente a un comprador de votos que el dispositivo de un votante encriptó el nombre de un candidato en particular.

"Las empresas que promueven la votación en línea están creando una falsa sensación de seguridad", advierten los expertos (TheConversation, 18/10/2018)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se reciben comentarios.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.