Este año Chris Brauer de Goldsmiths, Universidad de Londres, pidió a los empleados en la agencia de medios Mindshare London usar uno de tres seguidores de actividad diferentes: una pulsera acelerómetro, un monitor de ondas cerebrales portátil o un entrenador de actividad física. Después de un mes, observó que la productividad había aumentado en un 8,5 por ciento y la satisfacción laboral en un 3,5 por ciento en general. El estudio de Brauer encontró que los dispositivos registran datos suficientes para realizar perfiles detallados de los empleados individuales: su estilo de vida, ejercicio y hábitos de sueño.
Muchas compañías - incluyendo BP, eBay y Buffer - ya alientan a sus empleados a usar trackers de actividad como el Fitbit, a menudo a cambio de descuentos en seguros de salud. Coca-Cola incluyó la app Shine, un monitor de sueño, en el programa de bienestar de sus empleados. En los almacenes de la cadena de supermercados británica Tesco, los trabajadores llevan brazaletes que hacen un seguimiento de adonde van, por lo que se los pueden enviar a tareas específicas según el lugar en que se encuentran. Varios bancos europeos, como también el Bank of America, hacen un seguimiento de sus empleados mediante insignias con sensores que captan la localización, la voz y los movimientos de su cuerpo.
Que una empresa se preocupe de la salud de sus emnpleados es favorable tanto para ellos como para ella. ¿Pero seguirlos a todas partes? ¿Verificar sus actividades y tomar decisisones en base a los datos recogidos?
Algunos tribunales estadounidenses ya han lidiado con estas preguntas, al menos cuando se trata de los herramientas de seguimiento más comunes como los trackers de GPS en equipos de la empresa. Varios estados, incluyendo California y Texas, tienen leyes que impiden el seguimiento de los equipos sin consentimiento expreso. Pero en la mayoría de los estados es legal para las empresas equipar a sus empleados con elementos vestibles, siempre y cuando tengan claro qué seguimiento se está realizando y por qué. (De Newscientist.com, 20/10/2014).
Noticias
* Un estudio de Thomson Reuters apunta que los casos de difamación en Redes Sociales aumentó un 300% en el último año y un 85% en medios de comunicación. También remarca el auge de las denuncias interpuestas por personajes conocidos ante situaciones de difamación en el último año (PRnoticias, 20/10/2014).
* Según Jeremy Rifkin, un teórico de la sociología y las ciencias económicas, la era digital está en condiciones de impulsar el sistema económico hacia una realidad nueva enmarcada en el "común colaborativo" (collaborative commons). Se trata, a su juicio, del primer cambio de paradigma económico que se produce desde el capitalismo y el socialismo a principios del siglo XIX. Lo apoya la canciller alemana, Angela Merkel, quien calificó de "extraordinariamente importante" el objetivo de lograr una regulación europea de protección de datos en internet que posibilite el comercio digital seguro y la oferta de productos en el espacio europeo. "Europa debe ser un espacio común digital. Si lo hacemos bien y utilizamos las oportunidades que nos brinda la digitalización, al final del proceso no tendremos menos puestos de trabajo, sino más", dijo.
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