Son múltiples los géneros de videojuegos. Los más populares parecen ser los de acción (especialmente los de disparos o shooters, como Halo), los de estrategia (como Age of Empires), los de deportes (FIFA) y carreras (p.ej. Need for Speed) y los de simulación (como The Sims o Microsoft Flight Simulator). Los de aventura alcanzaron cierto nivel de popularidad en los años 80 y hasta mediados de los 90, aunque aparecieron algunos títulos en 2005 y, mezclando aventura y acción, títulos como los de la saga Assassin's Creed. Y no se pueden olvidar los juegos de rol (RPG), como el famoso Dungeons & Dragons y el MMORPG (Massive Multiplayer Online RPG) World of Warcraft.
Recientemente se estrenó Destiny, un juego que habría costado 500 millones de dólares (una parte importante de ellos en publicidad), la obra más cara de toda la historia. Una gráfica excelente, en un marco en que la gráfica ha mejorado constantemente gracias al poder creciente de los procesadores gráficos de los clientes y del software de los diseñadores. ¿Pero que hay de las rutinas de juego? Es aquí que surgen las críticas: "una cascada eterna de rutinas que se repiten dolorosamente" dice "El Mundo", que agrega que "lo ideal sería que la industria fuera capaz de volver a tratar de arriesgar con nuevas ideas e historias".
¿Cuáles son las novedades?
La modalidad más novedosa es la de los eSports, juegos en línea, para varios jugadores, que pueden pertenecer a alguna de las categorías ya citadas, pero aquí apuntan a ganar dinero. Tiene varios torneos importantes en los 5 continentes, como la WCG (World Cyber Games), CB (Clan Base), ED (Enemy Down) o la ESL (Electronic Sports League). Entre los juegos utilizados están, por ejemplo, diversas versiones de World of Warcraft, Battlefield, Call of Duty, Unreal Tournament, Halo, etc.
Los juegos más novedosos parecen ser los de realidad aumentada: una "realidad alternativa" acompañada de videos en YouTube, hangouts, contenido multimedia en web y hasta eventos que envolverían al público en el mundo real. Un ejemplo es el novedoso Endgame, creado por James Fray (junto a una trilogía de novelas impresas).
Microsoft parece haber captado el desafío: presentó un proyecto llamado RoomAlive, que pretende convertir nuestra habitación en una completa experiencia de juego en la que podamos interactuar de forma completa. Para ello, será necesario instalar una serie de proyectores en el techo de la habitación, que funcionarán de forma conjunta con seis Kinect y permitirán que los jugadores puedan moverse por la habitación y sentirse parte del juego. Las posibilidades son tales que incluso se podrá interactuar con los objetos del juego, pudiendo incluso disparar a las paredes y ver cómo se rompen. Vídeo
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